- Hace casi 30 años que Javier Vargas compuso Del Sur,Del Sur uno de los temas emblemáticos del que es guitarrista y líder de la Vargas Blues Band y que ahora recupera para titular su nuevo disco: "son melodías sinceras y con potencial sanador", asegura el madrileño en la una entrevista.

"Treinta años no son nada, a mí me parecen treinta días. Yo, más que moverme en el tiempo, me muevo en el espacio. Soy muy ecléctico y trabajo con gente de todo tipo, como John Byron Jagger -Move on (2019)-, el sobrino de Mike, que es mucho más indie que yo", detalla el bluesman (1958). Tiene, afirma, la misma "ilusión, impulso y ganas" que cuando con 14 años empezó a tocar la guitarra, aunque sin la inseguridad y la timidez de entonces.

"La primera vez que me subí a un escenario, el de las Galerías Sears en Caracas, me quedé paralizado. Tenía 15 años. Lo que he aprendido es a recargarme con la energía de la gente y hasta que no estoy en un escenario no la percibo", dice el autor de Sangre española, Un caballo llamado muerte, Generación límite o Conductores Conductoressuicidas. Desde su primer disco, All around blues (1991), ha logrado ocho álbumes de platino y ha tocado su guitarra eléctrica "junto a los más grandes" pero sigue fiel a sus músicos de siempre, como el "incomparable" Juan Gómez Chicuelo, con el que recrea el tema que da título a Del Sur, que saldrá el próximo 29 de mayoDel Sur, .

Empezó a preparar este disco, que hace el número 24 de los que ha grabado en estudio, antes de la crisis del coronavirus pero está seguro de que su "potencial curativo".

"La música es sanadora. Hacer sentir a la gente emociones que les hace evadirse de la realidad. La cuestión es que te aporte y, sobre todo, que eleve tu alma. Este disco es sincero y directo y con él quiero hacerse sentirse bien a quien lo escuche".

Le gusta tocar rock y riff pero lo que más éxito le ha dado en su carrera es "transmitir lo que lleva dentro", detalla Vargas, que pasa el confinamiento en su casa de Ibiza. El nuevo álbum ha tenido como "guía" el mar, el Mediterráneo de Ibiza: "ha surgido en la naturaleza porque a la vez que soy muy urbano en los últimos años he aprendido a conectarme con las cosas más sencillas, como pasear por el campo o mirar al horizonte".

Surgió "sin pensar", es decir, no planificó "en absoluto" que fuera un álbum instrumental: "el cuerpo me pedía hacerlo así y cuando ya tenía todas la melodías empecé con Luis Mayo, arreglista e intérprete de guitarra española, a darle forma".

En su confinamiento, Vargas ha querido ver "películas antiguas" que le permitieran visualizar un mundo mejor: "la lección que esto nos debería haber enseñado es que debemos tener un respeto mayor por la naturaleza y ser más empáticos. Somos eléctricos y estamos unidos".