- Las palabras cancelación y aplazamiento se han convertido en rutina en estos tiempos de pandemia dentro del sector cultural. La incertidumbre ante lo que pueda pasar en los próximos días y semanas es una constante y es imposible pensar cuándo se podrá cerrar el paréntesis marcado por el coronavirus y de qué forma. Pero decisiones como la adoptada esta semana por la Diputación con respecto a las festividades de San Prudencio y Nuestra Señora de Estíbaliz son un claro ejemplo de cómo las agendas están en el aire y no para bien. En el horizonte aparecen ya citas como el Azkena Rock Festival y su decimonovena edición, un evento que cada año reúne a miles de personas en la capital alavesa. "Seguimos trabajando con normalidad para ofrecer lo mejor en los conciertos y festivales previstos a partir de mayo", se apuntó ayer a este periódico desde la promotora vasca Last Tour, responsable del certamen y también del concierto que el 13 de junio tiene previsto ofrecer La Polla Records en el mismo emplazamiento.
Con todo, se irán dando pasos según se vayan sucediendo los acontecimientos. "Estaremos en todo momento informando a través de nuestras redes y web", comentaron desde la promotora, que también precisó, a través de la agencia Efe, que no ha recibido ninguna comunicación de cancelación de los artistas programados para los días 19 y 20 de junio.
Por su parte, el director del Festival de Jazz de Vitoria, Alberto Ibarrondo, aseguró también ayer que el certamen sigue "trabajando normal, en la medida de lo posible", en la programación de la cuadragésimo cuarta edición, que se celebra entre el 13 y el 18 de julio.
Sin embargo, la dirección de este evento también es consciente de que el panorama cambia de manera constante, por lo que habrá que ver lo que sucede en un futuro inmediato. En este caso, hay que recordar que todavía no se han puesto a la venta los abonos y entradas, y que queda por conocer una parte importante del cartel, anuncios que se iban a producir este mes, antes de que el coronavirus hiciera acto de presencia en la normalidad de todos.
A la espera de acontecimientos también están los escenarios habituales tanto de la capital alavesa como de otros puntos del territorio. En algunos casos, los conciertos que estaban previstos para marzo y principios de abril ya tienen nuevas fechas para otoño, pero es evidente que no todas las fechas se van a poder mantener. Y tampoco está claro qué va a pasar con las agendas de abril y mayo.