Vitoria - Los músicos que forman la Orquesta Sínfónica de Euskadi (OSE), capitaneados por Robert Treviño, triunfaron en su estreno el sábado por la noche en uno de los escenarios internacionales más emblemáticos de la cultura. El programa estuvo compuesto por La canción de la tierra, de Mahler, y por Rapsodia española y La Valse, de Maurice Ravel. Así se vivió en un concierto que, en palabras del embajador de España en París, Fernando Carderera, fue interpretado de manera "virtuosa y poderosa". El público asistente al concierto en el Teatro de los Campos Elíseos de París se rindió ante la calidez y calidad de un concierto "brillante" que obtuvo grandes y prolongados aplausos.
La interpretación de la pieza de Mahler fue ovacionada aunque el público esperó hasta que Treviño bajó la batuta. Fue solo entonces cuando el silencio y recogimiento en el que deja el movimiento final de esta obra fue roto con los aplausos de un público "entregado y muy exquisito", según destacan desde la Orquesta de Euskadi.
La agrupación abrió el concierto con Ravel, en un guiño a los orígenes de Ziburu del compositor, para interpretar Rapsodia española y La Valse. En la segunda parte, la OSE se decantó por La Canción de la Tierra de Mahler, una obra compuesta durante uno de los períodos más doloroso de la vida del compositor y que reúne seis canciones que "celebran los gozos de la vida y reflexionan sobre la pérdida y la muerte". Los versos fueron cantados por dos intérpretes mahlerianos de primera categoría como la mezzosoprano Jennifer Johnston y el tenor Corby Welch. La incorporación al programa de esta difícil obra para el debut de la OSE corresponde a "la intención de Robert Treviño de mostrar la capacidad y buena forma de la orquesta".
Gobierno vasco en el exilio Robert Treviño aprovechó uno de los momentos de la actuación para explicar que el estreno de la OSE en París coincide con los 80 años del primer Gobierno Vasco en el exilio, además de servir para mostrar "la cultura vasca y los grandes músicos que tiene". La repetición del último movimiento de la Rapsodia española de Ravel sirvió para despedir una noche que se convirtió en "histórica" en la trayectoria de la Orquesta Sinfónica de Euskadi y que contó con la asistencia del viceconsejero de Cultura del Gobierno Vasco, Joxean Muñoz, el director general de la orquesta, Oriol Roch, y el embajador de España en París, Fernando Carderera, junto a distintos representantes institucionales de la OCDE y de la Unesco. Otro de los asistentes fue Xabier Bindel Leizaola, nieto de Jesús María Leizaola, lehendakari del Gobierno Vasco en el exilio entre 1960 y 1978.
Testigo. La agrupación vasca pasará el testigo del escenario parisino a orquestas como la Filarmónica de Viena dirigida por Andris Nelsons y a la Philharmonia Orchestra con Esa Pekka Salonen.
Reto. La OSE dirigirá su nuevo reto a Estambul, otro epicentro cultural de importancia al que llegará el 9 de marzo.x