Vitoria - Por la misma experiencia pasaron en 2015 Jon Gil Alonso, Jennifer Custodio Pérez, Ariadna Sánchez Hernández y Julia Fernández-Marcote. Y en 2017 Mikel Arranz, Nuria Pérez-Cárcamo, Maiela Zurutuza, y el colectivo formado por Leire Rojano y Sarai López. Desde hoy, el antiguo Depósito de Aguas, de la mano de la tercera edición del certamen Gazte Arte, es propiedad de Adriana Fariñas, Alba Tojo Rico, Ibai Cobo y Aroa Arrizubieta junto a June Almarza. En el espacio de Montehermoso van a instalar sus talleres a lo largo de esta semana, espacios de creación abiertos a todas las personas que se acerquen hasta el lugar para ver, conocer, charlar y, en algunos casos, también tomar parte activa en el desarrollo de los proyectos artísticos con los que han ganado el concurso.
"Nos da confianza el haber sido elegidos y el estar en estos talleres es una buena ocasión para seguir aprendiendo", sostiene Cobo. "Es además una oportunidad para el público, para que conozca qué hay detrás de las obras de arte", añade Tojo. Ambos, al igual que el resto de ganadoras, van a estar trabajando tanto hoy como el día 29 en horario de mañana, y el 26, 27 y 28, también por las tardes.
Vivirán así la segunda de las fases de un concurso dirigido a jóvenes de entre 14 y 25 años que quieren desarrollar una obra en cualquier medio perteneciente a las artes visuales (pintura, escultura, instalaciones, performance, happening, intervenciones, arte urbano, técnicas mixtas, videoinstalación o cómic). La tercera, en el arranque de 2020, llegará con la exposición de sus proyectos, propuestas que están llevando a cabo con la cobertura ofrecida, a través de Zas Kultur, por la experiencia y las aportaciones de Ibon Saénz de Olazagoitia, quien pone en valor el "apoyo a la base" local que supone esta convocatoria. "Es una oportunidad a aprovechar en su camino" a un posible futuro profesional, aún sabiendo las dificultades que eso conlleva.
En lo que se refiere a los proyectos en concreto, Almarza y Arrizubieta desarrollarán Bizidunalizazioa, un proceso todavía sin forma final definida que unirá dibujo, fotografía y palabra escrita. Fariñas, por su parte, llevará a cabo Yo, espejo, un trabajo fotográfico en el que la participación del público va a ser imprescindible. En cuanto a Tojo, en Irudipean se trabajará con el grabado y con los "rostros y figuras que surgen de mi instinto". Además, Cobo, con La energía desde la materia, instalará en el Depósito su particular y portátil laboratorio fotográfico para generar imágenes de manera analógica, un proceso en el que "intento prescindir de la cámara".
Así lo harán y lo explicarán en estas jornadas en las que dejarán de crear en la soledad de sus particulares espacios para generar sus obras a la vista de quienes les quieran acompañar.