madrid - El cineasta Diego Galán, histórico director del Festival de Cine de San Sebastián, falleció en la madrugada del domingo al lunes en su domicilio de Madrid a los 72 años, según confirmó ayer la Academia de Cine.

Galán, periodista, crítico y director de cine, dirigió el Festival de Cine de San Sebastián durante dos etapas (1986-1989 y 1995-2000), y el año pasado fue reconocido con la Medalla de Oro de la Academia. “Nadie como Diego Galán ha conocido el cine desde todos los ámbitos, especialmente el cine español. Vamos a echar de menos su rigor, su solvencia y, a nivel personal, su generosidad con todos nosotros. Hasta siempre y gracias. Vuela alto, querido Diego”, manifestó el presidente de la Academia, Mariano Barroso. Galán nació en Tánger en 1946, y allí vivió hasta los 19 años, cuando se trasladó a Madrid, donde comenzó a trabajar como guionista y ayudante de dirección en películas españolas. Como periodista, empezó a hacer crítica de cine en 1967, en la revista Nuestro cine; posteriormente desarrolló esta labor en Triunfo y en El País, diario con el que siguió colaborando hasta la actualidad.

historiador del cine español Realizador de documentales centrados en la historia del cine español, dirigió, entre otros, el telefilme Almodóvar en corto (2009), sobre el director Pedro Almodóvar; el documental Pablo G. del Amo, un montador de ilusiones (2005), o la serie de televisión Una historia de Zinemaldia (2011) sobre el Festival de San Sebastián. Asimismo, contó cómo el cine español ha representado a lo largo de su historia a la mujer (Con la pata quebrada, 2013) o al hombre (Manda huevos, 2016). Su labor se desarrolló también en televisión, con series de no ficción como Memorias del cine español (1978) y Queridos cómicos (1992-1993). También realizó cuatro cortos: Apunte sobre Ana (1972); El mundo dentro de tres días (1973); Tu amiga Marilyn (1975), que estuvo prohibido por la censura, y Una tarde con Dorita Amor (1979).

Autor también de varios libros sobre el cine español, entre ellos 18 españoles de posguerra, en colaboración con Fernando Lara; Venturas y desventuras de la prima Angélica; Berlanga o el cine muerto de hambre y Fernando Fernán-Gómez, ese señor tan pelirrojo. Escribió, asimismo, sobre el productor Emiliano Piedra y el director Jaime de Armiñán y sobre Fernando Rey y publicó en 2006 Pilar Miró: nadie me enseñó a vivir y en 2009 Un joven llamado Saura.

premios donostia Fue director del Festival de San Sebastián en dos etapas y durante su gestión se produjo el traslado desde el Teatro Victoria Eugenia al moderno Palacio de Congresos y Auditorio Kursaal. Precisamente, eEl festival le despidió con un mensaje en su cuenta de Twitter: “Hasta siempre Diego. Convertiste el @sansebastianfes en un festival de tod@s y nunca te olvidaremos. Encuentra tu película allí donde estés... DEP”.

Gregory Peck fue el primer Premio Donostia del festival, un galardón creado por Diego Galán en su estreno como director del certamen. Se abría así una larga lista de destacados nombres. Pero hubo un actor a quien admiraba y que no consiguió que visitara el Zinemaldia, una ausencia que le sirvió para titular Jack Lemmon nunca cenó aquí, el libro acerca de su paso por el festival que tanto volverá a ser recordado ahora. Quienes sí cenaron en Donostia fueron Bette Davis, que en 1989 dio una lección de profesionalidad unos días antes de fallecer en París; Glenn Ford, Catherine Deneuve, Susan Sarandon, Al Pacino, Michael Douglas, Vanessa Redgrave y Michael Caine, entre otros. - Agencias

Bingen Zupiria. El consejero de Cultura del Gobierno Vasco escribió en Twitter: “Se nos ha ido un enamorado del cine que supo contagiar su pasión. Desde esa pasión y conocimiento fue clave en el impulso y consolidación del Zinemaldia. Le debemos mucho”.

Eneko Goia. El alcalde de Donostia, ciudad que le concedió el Tambor de Oro en 2001, destacó de Galán que el Zinemaldia tuvo “un antes y un después de su paso por la dirección”.

Maruja Torres. “El mejor festival fue el de su época, sin despreciar para nada a los otros directores. Aunque le tocó una época difícil con ETA, consiguió llevar a gente muy brillante; era un tipo con mucho encanto y glamour”, indicó ayer la periodista.