Vitoria - Esta primera semana de abril está marcada de manera especial por la música entre las paredes del Principal, pero el escenario de la calle San Prudencio, en el marco de la programación invierno-primavera, se va a reencontrar hoy y mañana con el teatro. Lo va a hacer a través de un reparto que no necesita de presentaciones, de dos actores y una actriz en manos de un director de sobra conocido, de un grupo humano al servicio de un texto representados en diferentes idiomas y países obteniendo distintos reconocimientos y llegando también a tener una versión para la pantalla.

Como es habitual, la cita con el público tanto esta noche como mañana será a partir de las 20.30 horas. En ambos casos, todavía quedan entradas disponibles por 24, 18 y 12 euros, dependiendo de la ubicación en el centenario teatro. A partir de ese momento, Copenhague, del escritor y dramaturgo británico Michael Frayn, reclamará la atención de los presentes. En este caso, es Claudio Tolcachir quien afronta el proyecto de hacer su propia adaptación, que llevan a las tablas Emilio Gutiérrez Caba, Carlos Hipólito y Malena Gutiérrez.

El montaje tiene dos puntos de partida que lo marcan. Por un lado, la obra pertenece a ese grupo de textos dramáticos en los que la ciencia, la política, la ética y las relaciones humanas se entremezclan para, sobre todo, poner al individuo y a la sociedad frente al espejo. Por otro, la pieza lo hace utilizando un recurso bien conocido, es decir, un hecho con base histórica del que se desconoce casi todo, salvo sus consecuencias.

En este caso, Copenhague narra el encuentro que tuvo lugar en 1941 en la capital de Dinamarca, ocupada por las tropas nazis, entre el científico danés Niels Bohr y su ex alumno Werner Heisenberg, representante de los estamentos nazis. El problema ético del uso de los avances en física teórica para el desarrollo de armamento nuclear es la excusa para ahondar en la ruptura entre ambos.