En los cuentos infantiles o relatos folclóricos, las brujas se presentan como mujeres feas y malvadas, que tienen poderes mágicos y que, generalmente, pueden volar montadas en una escoba; sin embargo, en el desfile de Teresa Helbig aparecieron ayer como diosas intrépidas y aventureras.

Con su colección I put a sell on you, Helbig quiso dar la vuelta a la bruja como símbolo de lo maléfico: “Es un homenaje a esas mujeres que han estado privadas de libertad o señaladas con el dedo”, explicó. Helbig presentó poderosas prendas, como un abrigo con plumas de marabú y tiras de terciopelo inglés o un vestido largo de inspiración botánica, cuya parte de abajo muestra un bosque bordado con hilos de distintos verdes.

Por vez primera, un vestido nupcial cerró el desfile de esta diseñadora, un trabajo que seduce a muchas celebrities y también a Begoña Gómez, esposa dePedro Sánchez, que estuvo viendo el desfile.

Por su parte, la colección de Roberto Torretta habló de moda urbana y práctica, prendas para ir a la oficina bien vestida. Con esta idea, el diseñador mostró patrones muy masculinos: pantalones de pata de elefante, chaquetas y abrigos oversize, confeccionados con tejidos cálidos en colores fríos como el gris antracita.

Mujer del siglo XXi Consecuente con las necesidades de la actual mujer, Torretta vuelve a dividir el arte de vestir en dos momentos del día. Para la mañana, vestidos asimétricos de siluetas ajustadas y corte evasé, y para la noche, siluetas plisadas en negro.

Por segunda vez, Marina Conde, directora creativa de La Condesa, volvió a traer a la pasarela una colección en la que sus famosas chaquetas son las protagonistas. Junto a ellas, vestidos, blusas y trajes sastre, muchos de ellos estampados flores otoñales y el logotipo de la firma.

Por la mañana, Andrés Sardá presentó una colección inspirada en el zodíaco y la astrología, interpretando los signos a través de piezas de lencería y prendas de baño, lucidas por Ángela Ponce, la primera modelo transexual en competir en el concurso de belleza de Miss Universo. En el desfile de Sardá destacó la modelo navarrobrasileña Evelyn Yañez.

Después, Ulises Mérida mostró piezas sencillas pero con un estudiado patronaje, al igual que los vestidos nocturnos que llegan con siluetas envolventes, superposición de capas y espaldas desnudas.

La idea de Mérida era imprimir un carácter liviano y armado. Por ello, a lo largo de las salidas se vieron unas corazas blancas, hechas en impresión 3D que delimitaban la silueta de la mujer, con el fin de resaltar su belleza y empoderamiento.

A última hora de la tarde, las firmas Ailanto y Pedro del Hierro se encargaron de cerrar la tercera jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid en el Palacio de Cibeles. - DNA