- Pasar por el reality de ETB 2 le cambió la vida. Él era un joven diplomado en Enfermería que soñaba con viajar y vivir mil y una aventuras. Casi diez años después recuerda el vuelco que dio su existencia, lo que siente al entrar hoy en Operación Triunfo como especialista en salud, que no como cantante: “Ja, ja, ja? Imposible, canto fatal”, ríe satisfecho por cómo se desarrolla su vida. Se dedica a subir contenidos a su cuenta de Instagram, en ella muestra sus viajes a través de sus fotos.
¿Cómo llega a Operación Triunfo?
-Recibí una llamada del programa diciéndome que estaban interesados en mi colaboración. Me pilló por sorpresa, no me esperaba esta propuesta en absoluto.
Y dijo sí a la primera, imagino.
-No, no? No me metieron presión, me dijeron que lo valorase y que me tomara mi tiempo para pensarlo. Tuve tiempo para reflexionar y para darme cuenta de qué era realmente lo que me habían propuesto.
¿Qué va a hacer exactamente dentro de la academia de La 1?
-Me voy a encargar de las clases de los viernes y sábados. Mi función es conseguir que los chicos liberen su estrés, que se muevan, que se diviertan, que arranquen el día con energía.
Vamos, el que les va a poner en forma.
-Seré el encargado de espabilarles por la mañana para que estén activos durante las clases. También abordaré el punto emocional. Después de haber estado en el mundo de los realities desde muy joven, sé por lo que van a pasar, sé lo que van a sentir y puedo echarles un cable en ese sentido. Van a tener que estar tres meses dentro de la Academia.
¿Cree que los concursantes van a necesitar mucha ayuda?
-He visto los perfiles, pero no sé realmente si es gente deportista o no. Lo que sí sé es que es gente muy joven, el mayor tiene unos 26 años.
¿Qué tal canta usted?
-Ja, ja, ja... Fatal, fatal, pero que muy mal. Por eso no me han elegido para profesor de canto.
¿Ha modificado su agenda para aceptar este encargo de Operación Triunfo?
-No, en absoluto. Voy a estar dos días en Barcelona, pero el resto de la semana la tengo libre para seguir con mi trabajo y con mi día a día.
¿Era seguidor de Operación Triunfo?
-Las primeras ediciones sí que las seguí. La del año pasado la vi a través de redes sociales, como viajaba tanto, el tema de verlo en tele era imposible.
Es usted un gran defensor de la vida sana.
-Eso siempre. Me gusta el deporte, me ha gustado desde hace muchos años; me encanta la naturaleza. También soy enfermero, es lo que he estudiado y a lo que me he dedicado durante algún tiempo de vida.
¿Qué deportes práctica?
-De todo. Desde muy pequeño, he intentado hacer de todo. Me encanta probar cosas nuevas y en los últimos años he practicado mucho crossfit.
¿Ha dejado definitivamente colgada la bata de sanitario?
-Estuve trabajando unos años en enfermería y luego lo dejé para hacer otras cosas. Estoy viajando un montón y haciendo cosas que realmente me gustan, de momento no tengo planes a corto plazo para volver a trabajar en un hospital.
¿Va a seguir ligado a El conquistador del fin del mundo?
-A la grabación de El conquistador no voy a ir este año, por mi trabajo ya no lo podía compaginar, es estar una cuantas semanas fuera y no podía. Cuando comience a emitirse, quizá vaya al debate, a El conquis, pero eso tampoco lo sé, queda mucho.
Hace tiempo ya que se proclamó como el conquistador del fin del mundo, ¿no?
-Fue en la quinta edición, casi diez años. Sí que ha pasado el tiempo.
¿Ha cambiado mucho el reality de ETB desde que usted estuvo en él?
-Un programa que tiene tanta trayectoria y potencial es difícil que siga igual. Sobre todo por el espectador, siempre se piden cosas nuevas, hay que sorprender. Es imposible mantener un programa igual durante 15 años.
La televisión le cambió la vida.
-Te abre puertas. A mí me abrió un camino, y lo que me di cuenta es que a mí lo que realmente me gustaba era viajar, la aventura y es a lo que me estoy dedicando.
Si volvemos la vista atrás, ¿está en el punto que imaginaba en su vida?
-Más que lo que imaginaba, es lo que había soñado, pero no sabía cómo llegar a donde ahora estoy. Siendo un apasionado de la aventura y de viajar, mi vida es un lujo para mí ahora. Antes no sabía cómo enfocarlo y convertirlo en trabajo.