DONOSTIA - Programar una ópera junto al Festival de Santander le supone a la Quincena donostiarra un ahorro de 100.000 euros, y, por eso, su director, Patrick Alfaya, está convencido de que el futuro es la colaboración: “al sistema le falta actualmente cintura y eso hay que solucionarlo”, dice. La relación entre música, mito y tradición guiará gran parte de la programación de la 79 Quincena Musical de San Sebastián, que entre el 2 de agosto y el 1 de septiembre ofrecerá 93 propuestas en 11 ciclos.
Alfaya (Madrid, 1971) explica que la colaboración con Santander o con el Teatro de El Escorial es una “magnífica” opción para un certamen que tiene, compara, un millón menos de euros de presupuesto que “el mejor dotado de los que hay en España”, es decir el de Granada (3,5 millones). “Se pueden hacer muchas cosas, ser proactivo. Hay que pensar que somos muy pequeñitos, que Salzburgo dispone de 60 millones de euros, Edimburgo, 20 millones de libras... Conozcamos las dimensiones de cada uno. En Europa hay por lo menos 20 festivales con más dinero que nosotros”, resume.
Tienen que recaudar por taquilla 800.000 euros y ya han vendido entradas por 604.000 euros, lo que augura un éxito similar al de 2017 “y no hay que olvidar -precisa- que San Sebastián es una pequeña ciudad, de 180.000 habitantes”.
“Seguimos muy por debajo de la aportación pública de hace años --ahora es de 1,4 millones- pero los tres accionistas del festival se han comprometido el año que viene a aportar un 8% más. Con todo, hay que explorar en crear lazos y consolidarlos, en exportar fuera de Madrid a la OCNE y al BNE, cuerpos nacionales que pagamos todos”. “El futuro es la colaboración y el ministerio de Cultura debería incentivarla muchísimo. Los fondos europeos se infrautilizan. ”, concluye. - Efe