bilbao - El Museo Guggenheim Bilbao exhibe en sus salas un amplia muestra de las mejores obras de la primera etapa artística del pintor judío de origen ruso Marc Chagall, producida entre 1911 y 1919 a caballo entre París y su localidad natal de Vitebsk, en la que se gestó el inconfundible e inclasificable estilo de uno de los artistas fundamentales del arte europeo de inicios del siglo XX.
La exposición, titulada “Chagall. Los años decisivos, 1911-1919”, coproducida con el Kunstmuseum Basel de Basilea (Suiza), reúne 86 obras de este particular pintor que fusionó en su obra tanto los dos universos culturales, completamente diferentes y en algunos aspectos antagónicos, que le influyeron en sus inicios, el de su origen judío-jasídico, y el occidental, absorbido en sus años de formación en París, como los movimientos artísticos de las vanguardias europeas que conoció en la capital francesa.
Chagall (1887-1985), nacido en una familia humilde, llegó en 1911 a París, tras estudiar arte en su localidad natal de Vitebsk, actualmente Bielorrusia, y en San Petersburgo, y durante tres años, hasta 1914, creó un conjunto de obras en las que conjugó tanto la cultura tradicional de la rama jasídica del judaísmo ruso como la occidental que descubrió en la capital francesa, ha explicado la comisaria de la muestra, Lucia Agirre, en la presentación de la exposición a los medios hoy en Bilbao.
Así mismo absorbió las característica de los distintos movimientos pictóricos de vanguardia que conoció en la capital parisina, como el cubismo, el fauvismo, el orfismo, etc., gracias a su relación con artistas como Modiglianni, Delaunay, Lipchitz, y otros, y con ellas creó su propio e inconfundible lenguaje pictórico, ha agregado Agirre.
La comisaria de la muestra ha explicado que a Chagall no le gustaba adscribirse a ninguno de los movimientos imperantes en el París de primeros de siglo porque “no le gustan las restricciones en su obra; Chagall coge de cada uno lo que le interesa y lo utiliza de una manera muy personal”, ha subrayado.
Agirre ha destacado también de la obra de Chagall que “no es naíf (ingenua) ni onírica; plasma la realidad en lo que pinta, solo que la transmite desde su particular forma de ver el mundo y las cosas”.
La exposición, patrocinada por la Fundación BBVA, permanecerá abierta al público hasta el 2 de septiembre. La misma Fundación sustentará económicamente también la gran muestra de otoño del Guggenheim Bilbao que exhibirá por primera vez en Europa una amplia selección de la colección Tannhausser del Guggenheim Nueva York.- Efe