“Nuestra metodología es que ir al teatro sea una experiencia de vida”
Unos 4.600 escolares del territorio participan en la campaña escénica de Paraíso y la Diputación
Vitoria - No se trata sólo de ir, sentarse, ver y marchar. No es cuestión de un momento, por muy intenso que sea o por bien presentado que esté. La idea de la campaña El Teatro Llega a la Escuela siempre ha sido ir más allá, acompañando el antes, el durante y el después, enganchando no sólo a los espectadores sino también a quienes comparten su camino diario tanto dentro como fuera de los centros escolares. Una forma de hacer y trabajar que Paraíso, en colaboración con la Diputación, lleva cimentando durante más de tres décadas. “Nuestra metodología pasa por el hecho de que ir al teatro sea una experiencia de vida, que suponga una implicación por parte de todos”, explicó ayer Pilar López, responsable de la compañía Premio Nacional de las Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud, en el acto de presentación de la trigésimo tercera edición de esta programación cultural y educativa, en el que estuvo acompañada por la diputada de Euskera, Cultura y Deporte, Igone Martínez de Luna.
Después de Semana Santa se puso en marcha el trabajo previo a las representaciones, sesiones que comenzaron hace una semana y que se están desarrollando justo ahora por diferentes puntos de Álava. Dos son las propuestas, dependiendo las edades del público. El alumnado de Primaria de entre 8 y 11 años está disfrutando con Erpurutxo, espectáculo producido por Paraíso que acaba de verse en italiano en la vigésimo novena edición del Festival di teatro ragazzi Segnali de Milán y que es Premio al Mejor Espectáculo en el III Certamen Internacional Barroco Infantil 2014. Su creador y director es el gasteiztarra Iñaki Rikarte, quien, por cierto, hace unos días conoció su nominación a los Premios Max como mejor actor protagonista por Soka (el 18 de junio se sabrá si además es el ganador).
En lo que se refiere al público de 2 a 5 años, las representaciones se están haciendo de Bihotz-bihotzez, un trabajo escénico producido también por Paraíso y de proyección internacional, en el que una clown y una violinista transportan a los espectadores a un mundo imaginario en el que la amistad se sitúa en el centro del relato.
De todas formas, además de llegar a unos 4.600 escolares de 34 centros alaveses con las 40 funciones previstas hasta el 7 de junio, la propuesta también se dirige a los familiares de estas jóvenes personas, con quienes se conecta a través de una carta tras las representaciones para que puedan seguir en casa el camino recorrido en el teatro e iniciado, de manera previa, en el aula en colaboración con los 360 profesores implicados en el proceso.
“Es importante el trabajo que se hace antes, durante y después, porque estamos hablando de emociones que no se pueden quedar ahí colgadas”, sensaciones que además se transforman en juego, por ejemplo, para conseguir las entradas que dan acceso a cada sesión, pases que se intercambian por piedras o corazones, ambos elementos customizados por los espectadores, dependiendo el espectáculo.
“Después de 33 años, este proyecto sigue siendo de territorio y de futuro”, apuntó López, quien destacó la necesidad de seguir “fomentando la creatividad”.