Vitoria - En el horizonte final, más allá de la huella en Internet, se encuentra la edición de un libro y, si los materiales dan para ello, una exposición. Pero en estos momentos, Xuxurlatuz está dando todavía sus primeros pasos, un arranque que, de manera inevitable, requiere de la participación de la ciudadanía. La idea general pasa por conformar un gran contenedor de recuerdos, un “relato histórico de Vitoria” centrando la mirada en los barrios “ya veteranos”, un propósito que Cristina Bereciartua va a empezar a hacer realidad en el Casco Viejo.

Apelando a lo privado para componer una mirada colectiva, Xuxurlatuz pide a la ciudadanía que plasme en un escrito, una fotografía, un cómic... o el formato que quiera, ese instante que, por la razón que sea, es importante y tiene relación con la colina. “Cada historia que queda en el olvido hace que el conocimiento que tenemos sobre Gasteiz sea menos rico que la realidad”, un razonamiento sobre el que proponer a todo el quiera participar, que no se deje llevar por la timidez, sino que se atreva a compartir.

Para poder participar hay dos maneras de hacerlo. Por un lado, de manera física, llevando ese recuerdo a alguno de los buzones que hasta el próximo 30 de junio estarán ubicados en el centro de salud del Casco y los centros cívicos de Aldabe y El Campillo. Por otro, a través de la vía virtual, se puede contactar con la impulsora de la iniciativa o en el mail oroimenak@xuxurlatuz.com o la página web xuxurlatuz.com. Según explica, quiere abrirse a diferentes formatos “desde una foto con una breve explicación, un vídeo en el que cuentes tu historia, un dibujo, un podcast, una canción o la clásica, un texto. Lo importante es que sea un formato con el que las personas que quieran participar se sientan cómodas”.

Todos estos relatos se irán publicando en la página web del proyecto y servirán para realizar una selección posterior que llevar al formato libro, un proceso de elección en el que Bereciartua apuesta por ponderar los recuerdos aportados por mujeres y aquellos que estén realizados en euskera. “Quiero que nos acerquemos a realidades diferentes y que nos escuchemos”, afirma.