Más allá de postureos correspondientes al día de turno o de intenciones expresadas con palabras que detrás no tienen nada, la realidad sigue siendo hoy la misma que ayer para millones de mujeres. También para quienes desarrollan su camino en la cultura. Por eso, como dice Borja Triviño, cada “granito de arena que se pueda aportar para darle la vuelta a la situación es necesario y éste es el mío”. Así lo podrán ver quienes entre mañana y el próximo 23 de abril se acerquen hasta la sede de la asociación cultural Orbain, donde va a permanecer abierta la exposición fotográfica Femme & roll.
En total, una veintena de imágenes componen este recorrido por los directos de diferentes grupos y solistas donde ellas marcan la senda. Instantáneas tomadas a lo largo de los tres últimos años en conciertos realizados, de manera principal, en tierras alavesas gracias al trabajo que el fotógrafo y periodista gasteiztarra desarrolla en diferentes medios de comunicación.
En el Black Salad, el autor también presenta durante estas semanas una muestra sobre actuaciones musicales “pero me apetecía hacer algo específico sobre la presencia de la mujer sobre el escenario” por lo que se planteó la posibilidad de realizar esta otra exposición en Orbain. “En ambos casos, la calidad de la imagen tiene que estar por encima de todo pero en lo que respecta a Femme & roll me apetecía también transmitir un mensaje”, más allá de que Triviño asegura que se deberían hacer más iniciativas de este tipo “para visibilizar a técnicas, programadoras, fotógrafas... la música no sólo son mujeres cantantes o instrumentistas”.
A nadie se le escapa que quedan muchos pasos por dar para normalizar situaciones y contextos que en la cultura también se dan y repiten. Es desde esa conciencia, desde la que el autor propone este viaje visual por los conciertos de mujeres como Nikki Hill. Rock, punk, R&B... da igual el estilo. “Como pasa con los hombres, hay cantantes, por ejemplo, que son más enérgicas en sus gestos que otras, o más introspectivas...” ya que, al fin y al cabo, las formas de estar sobre el escenario son tan distintas como las personas que se suben.
De todas formas, ahora es el momento del público y, como en todo, habrá quien se quede en la superficie de lo fotografiado y quien quiera ir más allá para visualizar un panorama que se escapa a los límites de las instantáneas. Además, quienes quieran acompañar la inauguración mañana de la muestra podrán hacerlo en compañía de dos bandas en las que la huella de ellas es importante. Es el caso de la formación gasteiztarra Paradoja, que justo el pasado fin de semana estuvo en los Estudios K grabando su próximo disco. O del cuarteto vizcaíno Desorden, que han empezado el año con la publicación de su primer álbum, Mucho Kaos y Desorden. Eso sí, Triviño reconoce que “este mismo concierto es un síntoma de cómo están las cosas y de las pocas mujeres que están presentes en la música todavía hoy porque no es nada fácil encontrar bandas, además de la calidad de estas dos, en las que ellas estén trabajando”. Paso a paso. Foto a foto. Ellas dominan la escena.