David Lynch contó en una entrevista que un día, mientras estaba pintando un cuadro que era completamente negro a excepción de unos brotes verdes, entró por la ventana una ráfaga de viento que movió las ramas de la imagen e incluso las hizo sonar. La experiencia de este artista norteamericano pone en evidencia la estrecha unión entre la ilustración y la animación, dos disciplinas que la Asociación Profesional de Ilustradores de Euskadi, Euskal Irudigileak, se ha propuesto impulsar a través de su proyecto Irudika.

Fue el pasado mes de noviembre cuando la organización euskaldun puso en marcha la primera edición de este certamen, que busca promocionar la industria de la ilustración vasca a nivel internacional a través de residencias artísticas. Los proyectos seleccionados fueron Popol Vuh de la artista de Gasteiz Raisa Álava en ilustración y el realizador argentino Fernando Vázquez en animación por su pieza Colibrí. Ambos lograron ganar la primera edición de Irudika el pasado 11 de noviembre tras el fallo de un jurado compuesto por Iván Miñambres y Carlos Grassa Toro.

En esta ocasión los creadores desarrollarán sus proyectos, entre el 10 de marzo y el 30 de abril, en Gasteiz, Bilbao y Angoulême. Concretamente, en la capital vizcaina perfeccionarán sus trabajos en BilbaoArte, para después incorporarse a la Maison des Auteurs de la ciudad francesa conocida por su Festival Internacional de Cómic. El objetivo de este recorrido es que ambos autores lleven a cabo un proyecto personal que culmine en una exposición y en la realización del cartel y la animación promocional de la próxima edición de Irudika.

Del trabajo de Raisa Álava, ganadora de la beca de ilustración, el jurado destacó en su momento “su identidad, frescura y la capacidad de experimentar con diferentes soportes extrapolando la ilustracio?n ma?s allá del papel y del libro”. Una estética “potente, con personalidad y mucho carácter” y una capacidad “de construcción de atmósferas o historias de la libre interpretación muy atractiva”.

Una cultura imaginaria “Popol Vuh es una palabra que significa “libro del consejo” o “libro de la comunidad” para el pueblo maya guatemalteco k’iche’, y por eso lo utilicé para dar título a este trabajo”, explica Álava sobre el origen de su proyecto. La artista de Gasteiz, especializada en ilustración, grabado y cerámica, ha querido plasmar en su obra una cultura imaginaria. “Esta idea tiene mucho que ver con que tengo como referencia dibujos egipcios, japoneses, mayas... es decir, de cultura antigua. Mis dibujos tienen esa especie de reminiscencia de jeroglíficos, esquemas e imágenes similares”, aclara la autora, que además tiene prevista una exposición en la galería de grabado La Taller de Bilbao a su regreso de Angoulême en abril.

La gasteiztarra asegura que la residencia de Irudika supone para ella “una oportunidad buenísima para poder desarrollar un trabajo sin preocupaciones”, ya que la organización pone a su disposición todas las instalaciones de los centros a los que acudirá durante la residencia. “Te ofrecen material y además la oportunidad de trabajar con gente especialista en lo mismo. Son unos meses de tiempo para poder dedicarte exclusivamente a esa labor, y después exponer el resultado”, agrega.

La autora de Popol Vuh asegura que “ahora, en el mundo de la ilustración, tenemos pocas oportunidades laborales, y sobre todo no se reconoce nuestro trabajo como se debería. Creo que falta cierta cultura para valorar la ilustración, porque no son trabajos que están bien pagados, cuesta mucho conseguir uno y es una pelea constante”. Por ello, señala la necesidad de propuestas como la de Irudika, “con gente que realmente cree en nuestra labor y que invierte tiempo y dinero en sacarla adelante. Para nosotros son una ayuda muy importante”.

La creadora también participa en el programa Barriek 2018, impulsado por la Diputación de Bizkaia, que muestra las obras de los artistas que han obtenido becas de creación del ente foral en Gabinete Abstracto de la Sala Rekalde. En ese sentido, Álava subraya el valor de que el espacio bilbaíno abra sus puertas a mostrar las piezas de jóvenes autores: “Es un sitio muy bueno, está en un sitio muy céntrico y nos da la oportunidad de exponer y enseñar nuestro trabajo a todo el que pasa por allí, que es mucha gente”.

Desde argentina Lo que llamó la atención del jurado en el caso del trabajo de Fernando Vázquez fue “su frescura y calidad tanto en las potentes imágenes como en el ritmo” y “el gran talento y calidad en los acabados”.

El artista de Buenos Aires residente en Madrid presentó Colibrí, un videoclip para el grupo argentino Soy Colibrí. Con él ha se alzó con la residencia de animación de Irudika, que para él supone “una alegría y un estímulo muy grande, sobre todo por el hecho de trabajar en otros lugares y poder mostrar el resultado”. Vázquez, que lleva “relativamente poco tiempo en el mundo de la animación -unos tres o 4 años ya que antes estaba centrado en el diseño gráfico y editorial-, espera con Irudika “afianzar la dirección que quiero tomar, que es la animación”.

A pesar de que subraya que el camino que ha escogido supone “un trabajo muy costoso, puesto que hay que tener presentes numerosos factores como los tonos o el sonido que acompaña a la animación”, asegura que “cuando un proyecto te sale como querías es una gran satisfacción. A todo lo que implica la ilustración, componer, buscar una paleta de colores o hacer un diseño del personaje y el paisaje, hay que añadirle cómo se va a mover, por eso esta disciplina da un pasito más allá”, apunta Vázquez. “Estoy muy contento ante esta oportunidad, porque el hecho de ir a un sitio que uno no conoce y pasar una temporada es muy positivo, y espero que conocer los sitios donde voy a trabajar aporten cosas a mi obra”, aclara el argentino, quien ha trabajado para la publicación Interfilms o Prisa Revistas, entre otras.

Vázquez tiene la suerte de estar enfrascado en un oficio que no le supone un sacrificio: “Es dedicarme a algo que me divierte y hago desde niño, por eso para mí no es trabajo realmente”. La animación está llena de magia para el autor, que asegura que esta disciplina ofrece la posibilidad de “ver las cosas que uno imagina en su cabeza en movimiento”.

Con la primera edición de la iniciativa Irudika, la Asociación Profesional de Ilustradores de Euskadi busca abrir un nuevo periodo de apoyo a la profesionalización del sector de la ilustración y la animación, y de ese modo lograr poner a Euskadi en el mapa internacional artístico.

Tres ciudades. Los creadores desarrollarán sus proyectos entre el 10 de marzo y el 30 de abril en la capital vizcaina, concretamente en BilbaoArte, en Gasteiz, y en la Maison des Auteurs de la ciudad francesa Angoulême, famosa por su Festival Internacional de Cómic. Irudika aporta 1.000 euros de premio, otros 1.000 euros de dotación y una suscripción a Adobe.

Un objetivo. La meta de la iniciativa Irudika es lograr promocionar la industria de la ilustración vasca a nivel internacional a través de dos residencias artísticas. Cuando finalicen los proyectos, los dos artistas expondrán los resultados de su trabajo.

La artista de Gasteiz ha logrado la residencia para desarrollar un proyecto de ilustración con su obra Popol Vuh, en la que crea una cultura imaginaria.

El argentino presentó a Irudika Colibrí, un videoclip que realizó para un dúo musical de su país, del que el jurado destacó “la calidad de las potentes imágenes”.