madrid - Rafael Moneo lamentó que no haya obras recientes en la arquitectura “con la complejidad” de la Mezquita de Córdoba y puso como ejemplo al edificio Guggenheim de Frank Gehry, al que calificó de “simple, aunque con un gran despliegue formal”.

“No conozco ninguna obra reciente con la complejidad de la Mezquita, el edificio Guggenheim, por ejemplo, es un edificio simple, con un gran despliegue formal pero que no permite la atención a todos los matices”, señaló en respuesta a una pregunta sobre qué edificio actual eligiría para escribir un artículo sobre él. “De todas formas, uno no vive eligiendo tanto como un periodista quiere que lo haga”, bromeó. Además, el arquitecto de Tudela aseguró que los tiempos actuales “no den para metas tan ambiciosas” en la arquitectura como, por ejemplo, las de la época de Juan de Herrera (siglo XVI), uno de los autores cuya obra analiza en el libro de artículos del arquitecto recién publicado por Acantilado, La vida de los edificios.

Este libro es una recopilación de tres artículos escritos en distintas épocas y circunstancias en el que Moneo, Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2012, analiza dos edificios tan conocidos como la Mezquita de Córdoba y la lonja de Sevilla, y uno “para descubrir” como es el carmen de Rodríguez-Acosta en Granada. “Comparado con otras épocas, es más díficil hoy en día ser Juan de Herrera, porque nuestros tiempos no dan para metas tan ambiciosas. Aunque en realidad me gustaría sentirme más próximo a los resultados de los arquitectos de la mezquita”, ha reconocido el arquitecto navarro.

LA MEZQUITA Y ANDALUCÍA De hecho, a lo largo de la rueda de prensa de presentación del libro en el Museo Thyssen, el arquitecto mostró su admiración por la Mezquita. “Resulta muy difícil encontrar algo con tanta historia y tantas dificultades en construcción resueltas de manera tan respetuosa”. “Si tuviera que elegir una sola obra de la cultura occidental sería difícil no incluir a una arquitectura tan amplia y generosa con los restos adquiridos del pasado como es la Mezquita”, admitió, matizando posteriormente que si no es la que elegiría de entre todas las obras -“eso ya es mucho decir”-, sí es “una de la que más cosas se puede hablar”.

Moneo explicó que este libro tiene “una cierta confesión de afinidad” con determinada arquitectura, llamando la atención en especial sobre el hecho de que los tres edificios analizados se encuentren en Andalucía. “Tenía otros escritos que pudieran valer, como uno sobre Santa María del Naranco, pero no tendría sentido poner otro porque la actitud del crítico es la misma”, reconoció.

UN LIBRO PARA VIAJEROS De hecho, el arquitecto navarro insistió en la necesidad de seleccionar textos que “pudieran llegar a un público lo más amplio posible y que pudiera interesar tanto a profesionales como no profesionales”. “Explora tres edificios extraordinarios en Andalucía y puede ayudar al viajero curioso la ver cómo un arquitecto reacciona ante estos edificios”, señaló.

Preguntado sobre qué edificios en los que ha participado se han “independizado” mejor de su creador, diferenció entre aquellos como la ampliación de la estación de Atocha o del Museo del Prado -“ahí ayudo a que esos edificios prolonguen su vida”- u otros como el Kursaal de San Sebastián -“son obras que viven por sí mismas y están tan integrados que no reclaman autoría”. Al ganador de los prestigiosos premios Priztker o el Príncipe de Asturias de las Artes, entre otros, le queda la sensación de “haber contribuido a que una determinada ciudad en un determinado momento incorpore y haga suyas esas cosas; me parece que esos edificios viven por su cuenta más que por la mía”. - Agencias