Dos eran las citas que en 2017 tenía Ze Esatek! con Gasteiz. La primera, en junio con Zabalgana como escenario, tuvo que suspenderse por la lluvia que cayó durante la celebración de la fiesta de la Escuela Pública Vasca. La segunda, en las fiestas de La Blanca dentro del recinto de las txosnas, tampoco se pudo celebrar por un contratiempo de salud. Con 2018 ya en marcha, y después de haber pasado hace unas semanas por Amurrio, el grupo regresa a la capital alavesa en compañía de Skasti, que también estrena disco, Ye.

No es nada normal, y menos con la crisis, encontrarse en un mismo concierto con dos grupos tan numerosos. ¿Cómo sobrevivir siendo tanta gente en una banda?

-La verdad es que es curioso que ellos sean un porrón y nosotros también. Me imagino que sobrevivimos como en todas las familias. Seas muchos o pocos, en todos los sitios se cuecen habas, pero ya nos conocemos, somos amigos para lo bueno y para lo malo, y con esa filosofía trabajamos. Somos un grupo de música pero, al final, no vivimos de esto. Estamos para pasarlo bien y ese tiene que ser el objetivo de todo lo que hacemos.

Tras el paso por la Azoka de Durango ha llegado el momento este enero de iniciar la gira del nuevo disco, que les llevó hace nada a Amurrio y les trae ahora a Gasteiz. ¿Cómo están siendo las primeras sensaciones?

-Estamos muy contentos. Además, llevábamos desde septiembre sin tocar, más allá de la media hora de concierto que tuvimos en la Azoka, así que teníamos ganas de volver. Nos gusta ensayar pero nos gusta todavía mucho más estar sobre el escenario. Y cuando tienes nuevas canciones todavía tienes más ganas de ir a los directos, es algo que agradecemos tanto nosotros como el público. A la actuación de Amurrio vino mucha gente y salimos de allí muy contentos. Por ahora, parece que a la gente le está gustando el nuevo disco.

¿Les preocupaba llegar a un quinto disco de estudio y no caer en repeticiones aunque se mantengan las marcas de la casa?

-Más que preocuparnos, sí nos hemos hecho preguntas en ese sentido. Además, de cuando empezamos nosotros a este momento han aparecido más bandas que hacen un poco nuestro estilo. Pero bueno, creo que con el paso de los años hemos definido más nuestra propuesta y en este trabajo hemos tirado más al punk y al hardcore que al ska. Sí estábamos a la expectativa de cómo iba a recibir eso la gente.

Se dice que este trabajo es más “leñero”.

-Sí, sí, eso dicen (risas). Hombre, sí hemos buscado que fuese un disco más guitarrero; en cuanto a las letras, siempre nos han acompañado canciones más de cachondeo, y esta vez igual hay algunos temas que miran hacia adentro, que son algo más serios.

¿Son decisiones para el futuro de la banda o sólo para este trabajo?

-El futuro no sabemos dónde está, se limita a este sábado en Gasteiz. Ya se verá. Siempre solemos probar y buscar, y aquí lo hemos vuelto a hacer.

En los directos, ¿esos cambios casan bien con los temas de otros trabajos?

-Teníamos nuestras dudas al principio con esto, pero está saliendo todo de manera muy natural y las canciones, que tocamos unas 19, no chocan, encajan muy bien. El concierto se hace ameno porque tiene esa variedad.

¿Cómo ha sido la colaboración con Sustrai Colina para varias de las letras del disco?

-Las ideas las tenemos nosotros, pero queríamos buscar a alguien que nos ayudase a hacer unas letras más, por así decirlo, majas. Alguien como Sustrai te hace que todo quede mucho más vestido, bonito, completo. La verdad es que nos pusimos en contacto con él y nos dijo que encantado desde el primer momento.

Ya que han elegido ‘Ibilita ikasten da erortzen’ -una frase de Colina- para titular el disco, ¿tantas leches hay que meterse en el camino de esta vida para aprender?

-Sí (risas). Si el conformismo impera, te quedas estancado. En diciembre se cumplirán diez años de cuando empezamos a ensayar y en este tiempo han pasado varios por el grupo, hemos sacado varios discos... y en este camino hemos aprendido mucho, pero sobre todo, y para bien, de los malos momentos.

Cuando se acerca esa década, ¿nostalgias las justas o...?

-Nos conocemos todos desde hace muchos años y tenemos nuestros momentos de mirar para atrás. Pero ahora mismo estamos centrados en el presente.