Vitoria - Entre los pasados 15 y 17, el antiguo Depósito de Aguas acogió la tercera edición del Mercado de Dibujo e Ilustración Mazoka, un punto de encuentro entre creadores y ciudadanía que ha contado con casi 8.000 visitas, lo que supone un crecimiento del 63% con respecto a 2016. De hecho, tanto el sábado como el domingo hubo momentos en los que el evento tuvo que cerrar las puertas para controlar el aforo. Aún así, la gente esperó por lo que el colectivo Ilustrapados en Araba, organizador de la cita, apuntó ayer a la hora de hacer balance que “lo primero que tenemos que hacer es dar las gracias a toda esa gente que hizo cola fuera de Montehermoso, incluso bajo la lluvia, para poder entrar”, como expresó Marta C. Dehesa.

“Nos emociona esta respuesta y nos satisface todavía más teniendo en cuenta el nivel y la calidad de los mazokalaris que han tomado parte”, cuarenta creadores seleccionados de entre todas las propuestas recibidas tanto desde dentro como desde fuera de Euskadi. Eso sí, el mercado no se plantea aumentar este número de autores participantes. En cuanto a un posible cambio de ubicación vista la respuesta ciudadana, “hay muchas cosas que debemos valorar, para empezar que el Depósito es un espacio mágico que además nos permite hacer muchas cosas”, en referencia a los talleres, conciertos y otras actividades paralelas que se han dado cita en la programación de una apuesta que, como viene sucediendo desde el comienzo, ha vuelto a contar con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA como colaborador.

Más allá de las cifras de asistencia y de la satisfacción con los eventos programados de manera paralela, Mazoka es un mercado y aunque todavía no se han podido recopilar todos los datos referentes a las ventas de cada participante, las sensaciones a este respecto son “buenas”. “Estamos notando un nivel alto de satisfacción, aunque no sólo es importante cuánto se vende ya que hay que tener en cuenta lo que cada uno de los autores invierte en tomar parte en Mazoka, sobre todo en el caso de quienes vienen de fuera”.

En este sentido, Dehesa volvió a subrayar una idea que Ilustrapados viene defendiendo desde la primera edición del evento: “nuestra principal preocupación son los mazokalaris, que se vayan con ganas de volver a participar porque aquí han encontrado una determinada organización, un ambiente... y parece que lo hemos vuelto a conseguir. Da la impresión de que algo bien estamos haciendo”. Desde esas sensaciones es hora de ponerse a mirar a 2018, cuando el mercado volverá a abrir sus puertas.