- El teléfono del director Aitor Arregi (Oñati, 1977) no paraba ayer de sonar. Un teléfono que compartía con Jon Garaño, con quien ha codirigido el film Handia, que acaba de recibir 13 nominaciones a los Goya 2018. Desde su estreno el pasado 20 de octubre, la película sobre el gigante de Altzo no ha parado de recibir reconocimientos y ha tenido más de 91.000 espectadores, lo que la convierte en el film en euskera más visto en cines de la historia.
“Sigue el efecto Handia y parece que le pasa lo que le ocurre al protagonista de nuestro largometraje, que continúa creciendo. Es un paralelismo un poco fácil, pero es lo que está pasando con nuestra película. Hace tres meses desconocíamos si iba a gustar nuestro filme, hasta que no recibes las primeras reacciones no sabes a lo que te enfrentas. Y ahora, de repente, no paramos de atender a la prensa y nos dan 13 nominaciones a los Goya...”, explicaba sorprendido Arregi, pocos minutos después de conocer la noticia de que el filme, rodado íntegramente en euskera, parte como el gran favorita de la 32ª edición de los premios del cine español, que se fallarán el 3 de febrero. La cinta compite en las categorías reinas: Mejor Director, Mejor Película y Mejor Guión Original. Además, opta a otros cabezones como el de Mejor actor Revelación, con el que podría hacerse Eneko Sagardoy; y de varias categorías técnicas. “Sinceramente, no nos esperábamos para nada esta cantidad de nominaciones. Ha habido muchas películas que en las últimas semanas han cogido mucha fuerza y la nuestra en estos momentos se mantiene en pocas salas comerciales. Ha sido toda una sorpresa”, insistía Arregi.
Hace tan solo unos días, expertos de cine abordaban en la Feria del Disco y del Libro de Durango el efecto Handia. “Es cierto que se puede hablar del efecto Handia o por lo menos de un recorrido que está siendo muy potente. Desde el estreno, ha funcionado muy bien; los espectadores la han recomendado. Además, el hecho de que los miembros de la academia, de la profesión y los críticos la reconozcan nos hace pensar que Handia dejará su marca. Confiamos en que dentro de unos años la gente se acuerde de esta cinta”.
Paralelamente, la película está recorriendo un importante camino en festivales internacionales, obteniendo galardones importantes. “Fue reconocida con el Premio Especial del Jurado del Zinemaldia y el de Cine Vasco, lo que fue muy especial para nosotros y supuso un gran empujón. En los últimos días, nos han nominado al premio Forqué, a los Feroz; el sábado nos acaban de dar el premio a la mejor película en el festival de Milán... Ahora, también se proyecta en La Habana. Es importante participar en estos festivales porque nos gusta ver cómo conecta la gente con este filme en otros países. Además, por supuesto, te abre nuevos mercados”.
En la actualidad, la película se exhibe solo en Donostia, “pero espero que estas nominaciones a los Goya le de un impulso para que se recupere en las salas comerciales”, confía Arregi.
“aspiraciones técnicas” Para Garaño no es su primera nominación a los Goya. Loreak, la cinta que dirigió junto con Jose Mari Goenaga, fue la primera película rodada íntegramente en euskera que se “colaba” entre las mejores producciones de 2015. Rodada en euskera y sin más ambición que la de hacer cine, optaba al premio a la mejor película y a la de la música original, aunque se lo arrebató Ocho apellidos vascos. No obstante, fue seleccionada para representar a España en los Oscar de 2016.
“Ahora, Handia ha conseguido treces nominaciones, es algo insólito y muy especial para nosotros. Sobre todo, que haya recibido muchas nominaciones en el apartado técnico. Hasta ahora, se vinculaba el cine en euskera con trabajos no demasiados ambiciosos, con cine pequeño. Esto ha demostrado que se pueden hacer películas con aspiraciones técnicas en euskera”, explicaba.
Garaño considera que Handia ha funcionado “muy bien en Euskadi y en el circuito de salas en versión original, “sobre todo en Madrid: muchas personas han comentado que merece la pena verla en euskera, porque el idioma es un factor dramático en la película”. Pero en otras ciudades, la taquilla “no ha ido tan bien” y espera que las nominaciones “sirvan para que se vuelva a estrenar y la gente se acerque a verla” porque ese es el “mayor premio”. Por eso, piensa que los Goya pueden suponer un “empujón” para alcanzar a ese público general, “no tan cinéfilo” como el que la ha visto en las salas de versión original.
El realizador reconoce que ninguna de las nominaciones está asegurada porque todas son difíciles pero considera que entre “las que tienen más opciones” está la música de Pascale Gaigne (El Olivo y Loreak). “Me gustaría además que Eneko Sagardoy fuera premiado por su encarnación del gigante de Altzo”.
De todas formas, ésta no es la única producción en euskera que puede llevarse premio. En la categoría de mejor largo de animación también está Nur eta herensugearen tenplua, filme dirigido por el fallecido Juan Bautista Berasategi tomando como referencia el personaje literario de la escritora vitoriana Toti Martínez de Lezea.