VAlencia - Endika Urtaran (Vitoria, 1972) regresa a la literatura tras el éxito de su primer libro Huida al Tíbet, con un novela negra, Bosque, un thriller psicológico protagonizado por un traficante de drogas que se ve abocado a sobrevivir en un entorno hostil, y con un mensaje naturalista de trasfondo. “Siempre me ha atraído la supervivencia en un medio natural, sobre todo cuando te sobreviene de forma inesperada”, relata Urtaran, mientras camina entre la nieve en un monte cercano a Gasteiz, su tierra, su entorno, al que subió por primera vez con 5 años con su padre, al que ha dedicado su vida profesional y del que surgió su afición por el alpinismo.
Urdaran estudió Ingeniería Técnica en Topografía en Madrid, “porque siempre me perdía”, bromea, lo que le llevó a trabajar en Marruecos e Indonesia, y después cursó Ingeniería en Geodesia y Cartografía en la Universidad Politécnica de Valencia, donde conoció a sus compañeros de expediciones que les han llevado a los Andes bolivianos, a Cho-Oyu, Mansaslu, Everest, Polo Norte y Nanga Parbat. Tras su primera novela, Huida al Tíbet, ganadora del Premio Desnivel en 2011 y que ya va por su quinta edición, el cartógrafo y escritor regresa a la literatura con Bosque, una novela negra, psicológica e incluso de terror, una historia de supervivencia en la que “nada es lo que parece” y en la que hay continuos giros que cambian el ritmo de la narración, relata su autor.
Como protagonista, Urtaran ha escogido a Sebas, un traficante de drogas “de poca monta” de una barrio de una ciudad, un urbanita en las antípodas del medio natural, contrario al ecologismo y todo lo que tenga que ver con la naturaleza, que se ve inmerso sin quererlo en un entorno hostil, donde conseguirá sobrevivir en una soledad que le llevará a hacer un viaje interior. Bosque (Desnivel), ambientada en un bosque de hayas de Vitoria, combina tres géneros, empieza como una novela “bucólica”, que era la idea inicial del libro, para convertirse en un thriller psicológico y de terror, pero también es una excusa para hacer una reflexión sobre el valor de la naturaleza. Con ello el autor quiere lanzar un mensaje naturalista a través de la historia de supervivencia del protagonista, de como la sociedad actual se ha alejado de sus orígenes, y de como retornar a tener un contacto con este entorno “puede ayudarnos a crear cierto equilibrio interno”. También es una metáfora, con los claros y sombras del bosque, sobre la búsqueda, en este caso interior, a través de las reflexiones de Sebas, que le hacen enfrentarse a los fantasmas y demonios que le atormentan, y a retornar a su infancia.
Urtaran presentará su última novela el próximo viernes, día 15, en el Aula Indurain del Servei d’Esports de la Universitat Politécnica de València, con la que sigue manteniendo lazos. Asegura que llegó a la literatura “por casualidad”, no por vocación sino porque su vida y trayectoria le llevó a acumular numerosas anécdotas que había que contar, y de ahí han surgido estas dos novelas. - Efe