barcelona - El presidente del Grupo Planeta, José Crehueras, hizo ayer un rotundo llamamiento al diálogo entre los políticos como la única vía posible para solucionar el conflicto catalán. En una rueda de prensa multitudinaria, la tradicional previa a la gala de entrega del premio Planeta de esta noche, el máximo representante de la editorial no esquivó el tema por el que muchos periodistas acudieron ayer a la cita, y aunque insistió en hablar de libros y literatura, aprovechó la conferencia de prensa para apelar al diálogo” para que “con respeto a la ley y desde la ley” intenten resolver “el conflicto” explorando “la vía de la reforma de la Constitución”.
Un encuentro en el que quiso dejar claro que la decisión del cambio de sede social a Madrid no afecta a las plantillas ni a los trabajadores y tampoco al Premio Planeta, que de momento seguirá celebrándose en Barcelona. Un premio que este año ha quedado un tanto en segundo plano, sin quinielas ni favoritos claros, ante el protagonismo informativo de la actualidad política catalana.
De la misma maneram, Crehueras admitió que el traslado a Madrid es definitivo ya que obedece “no a la declaración o no de independencia del pasado martes sino a la necesidad de estabilidad jurídica para el proyecto empresarial”. En este sentido recordó que desde Planeta ya habían anunciado que se llevarían su sede social fuera de Catalunya en el caso de que hubiera una declaración de independencia, y el grupo consideró que el martes pasado “se declaró la independencia y se suspendió acto seguido, y eso nos colocaba en una situación de inseguridad jurídica respecto a lo que podía venir posteriormente”, precisó. Las empresas -indicó- necesitan marcos estables y reglas del juego claras”, algo que en su opinión no se da en este momento en Catalunya. Aseguró que “los trabajadores del grupo y sus sedes permanecerán donde están”. “Vivimos en una sociedad democrática y madura y con una democracia fuerte que debe ser la base para resolver este conflicto”, algo que debe de hacerse “desde el diálogo”, aseguró Crehueras.
El traslado de Planeta a Madrid fue, según reconoció, “una decisión dolorosa” para una editorial nacida en Barcelona en 1949 y que ha contribuido a convertir la capital catalana en la capital de la edición estatal. No obstante, sí que aclaró que pase lo que pase esta semana tras el requerimiento de Rajoy a Piugdemont, el traslado a Madrid es hoy por hoy irreversible, aunque dejó la puerta abierta a que en el futuro “se puedan contemplar otras circunstancias”. Al mismo tiempo se mostró esperanzado con que se logre una solución ya que no contempla “ningún escenario extremista”.