sitges - El director mexicano Guillermo del Toro, que ayer abrió la 50 edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges con su última película, La forma del agua, confesó antes de la proyección que le interesa más la poesía que la mecánica del género de terror. En una multitudinaria conferencia de prensa, Del Toro dijo: “Lo que me atrae del género es la poesía, los elementos como el miedo o la sangre me atraen menos, y por eso me interesa realizar películas con la mecánica del cuento de hadas pero con la estética del terror, porque hay mucha poesía oscura en el cine de horror”.
La forma del agua, con la que el director mexicano ganó el León de Oro en el último festival de Venecia, está lleno de homenajes y de citas a pie de página al cine en mayúsculas. “He procurado siempre evitar hacer referencias porque sí, y por eso los títulos que ve la protagonista en la televisión o en el cine sobre el que vive son películas cutres, porque a veces te salvan la vida películas de domingo, y mi intención era celebrar el cine, no las grandes películas”.
Para Del Toro, esta elección resulta más interesante, ya que describe mejor el mundo vital de la protagonista, que es muda. El director escribió el papel de Elisa, una joven muda que trabaja como limpiadora en un centro de investigación estadounidense en los años 60, para la actriz Sally Hawkins porque vio en ella “una presencia luminosa”.
Aseguró Del Toro que en La forma del agua vuelca toda su autobiografía, como en todas sus películas, aunque “hasta ahora todas hablaban de mi infancia, y esta es la primera que hago como adulto, la primera en la que hablo de amor, política y sexo”. No es casual que en la cinta aparezcan “un hombre espía sin una entidad propia, un gay que dibuja para una agencia de publicidad, dos limpiadoras, una muda y otra afroamericana”. También hay un mensaje a esos EEUU de Trump: “La película es como un ungüento para la época actual”. - Efe