Beyond words se desarrolla en Berlín, aunque, en palabras de su directora, podría haberse situado en cualquier otra ciudad europea cosmopolita, como Madrid o París, “pero nunca en Varsovia, porque su sociedad no es multicultural”.
Urszula Antoniak se mueve en esta película en un juego de ambigüedades y de incógnitas no despejadas, que ella misma llama “capas, sombras”. La cinta muestra la relación de Franz y Michael, dos amigos, uno berlinés y el otro inmigrante polaco, que ha triunfado como abogado y que se siente alemán. La llegada del padre de Michael, o supuesto padre, al que nunca conoció, hace que su cómoda y exitosa vida se tambalee y empiece a hacerse preguntas sobre sus orígenes y su condición de extranjero en un país en el que se cree integrado.
Por otra parte, destacar que, además de ser una opción estética que resalta la arquitectura berlinesa, el blanco y negro de la cinta ayuda a sumergirse mejor en el dilema del personaje de Michael. - Efe
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