Llodio - “¡Hacer el laboratorio fue un cambio brutal en mi vida artística! Mucho de lo que tengo es por la generosidad de Pablo Ibarluzea y por todo lo aprendido en el laboratorio internacional”. Estas son las palabras que el hoy exitoso mago brasileño Ewerton de Andrade ha plasmado en el libro de impresiones sobre el curso de teatro físico o gestual, máscaras y clown de la escuela YindeYan. De hecho, él lo realizó dos veces, allá por 2012, en su lucha por adquirir unas capacidades escénicas que no tenía, pero que necesitaba para sacar rendimiento a un espectáculo de magia que ya lleva dos años haciéndose con el premio del público en Canadá.
Enfrente se encontró con un profesor disciplinado y riguroso que no se apiadó lo más mínimo de los intentos fallidos de su alumno y al que hoy día se le ilumina el rostro con una sonrisa al saber del éxito de aquel. “Ahí le tienes, triunfando en Canadá pese a su desastroso inglés. El mérito es todo suyo, aunque me alegra saber que le he ayudado. Era y es un luchador, es muy difícil estar ahí cada día. Por eso les exijo tanto, aquí se viene cada día a fracasar o a triunfar, pero siempre poniendo toda la carne en el asador”, apunta Ibarluzea. El actor, director y pedagogo teatral de Llodio que, precisamente, creó la escuela YindeYan en 2008, en un intento de cubrir un vacío en materia de formación escénica que él mismo sufrió en sus inicios, ya que se vio obligado a viajar primero a Barcelona y luego a París, donde se diplomó en la Escuela Internacional de Teatro Jacques Lecoq y se formó en clown con Philippe Gaulier, en cuya prestigiosa escuela pasó posteriormente a impartir clases de Movimiento, Clown y Máscara Neutra.
15 nacionalidades “En este tiempo ha quedado demostrado que el vacío formativo existía y creo, con humildad, que lo he cubierto con calidad. Al menos la mitad del alumnado ha vuelto a repetir la experiencia o nos ha recomendado, y estoy hablando de 250 personas de quince nacionalidades diferentes, ya que he tenido una media de 25 personas por curso y el pasado lunes arrancó el décimo, aunque el laboratorio aún es muy joven. De hecho, dará un salto el año próximo para hacerse más grande” adelanta Ibarluzea.
A dónde, no lo sabe ni él, pues reconoce que aún sigue “en busca del local ideal por luz, sonido y similar”. Los seis primeros años lo llevó a cabo en el frontón de Gardea en Llodio y las instalaciones, si bien no eran las más adecuadas, “porque el eco no te dejaba oír a cinco metros, sí me ayudaron mucho a buscar qué es lo que quería enseñar”. Así, lo trasladó a Bilbao, donde lleva cuatro años de forma itinerante en pos de la sala más apta para el trabajo “sutil y hasta íntimo” que desarrollan.
“Hay que tener en cuenta que en este curso la gente se descubre a sí misma, se enfrenta a sus miedos en la búsqueda de su camino. Si te gusta el arte es porque te gusta buscar, no encontrar. Ese punto de desequilibrio es fundamental. El objetivo no son las respuestas sino acabar con más preguntas. Eso es síntoma de que he hecho bien mi trabajo”, opina, al tiempo que subraya que “hacemos teatro, no es un curso terapéutico. Si el autoconocimiento te viene bien para tu vida, genial, pero no es el objetivo”.
Premio MAX Lo que no está es limitado a actores, sino abierto a todo tipo de personas relacionadas con el trabajo del cuerpo y el espacio, o cualquier arte, desde bailarines, directores, coreógrafos, escenógrafos o pedagogos hasta deportistas, poetas, marionetistas, músicos o diseñadores. “Pedimos el curriculum para comprobar un nivel mínimo de exigencia profesional, pero lo que hace falta sobre todo es ganas de enfrentarse a cosas buenas y malas, y de aprender”, matiza el creador de Llodio.
Para ello hace uso de máscaras: Desde la neutra, “una simple careta de cuero sin expresión que, al quitarte la identidad y equipararte al resto, te lleva a explorar tus capacidades y a sacar tu propia naturaleza”, pasando por las larvarias y enteras “para ir construyendo personajes y situaciones”, hasta las medias “propias de la comedia y las pasiones”. Por último, se encuentra la nariz roja de payaso. “La máscara más básica y, a su vez, la más compleja, porque si con las otras ves cómo te afecta a ti el mundo, con ella notas cómo afectas tú al mundo, lo que te diferencia del resto”, subraya quien fue durante seis meses clown en la gira europea del espectáculo Dralion del Cirque du Soleil y quien forma parte del elenco de actores del espectáculo de máscaras Amour, ganador del Premio MAX 2017 al mejor espectáculo familiar, Premio FETEN al mejor espectáculo en el conocido certamen de Dijón y Premio Ercilla (Bilbao) a la mejor producción vasca.
Faceta directiva Su faceta de director también es prolífica y se centra de manera principal en el lenguaje del clown y en espectáculos creados a partir de procesos de creación colectiva, para varias compañías a nivel internacional, tales como Cirque de Legume (Irlanda), Esperanza Desubicada (Argentina), Ginno&Foggy (Italia), The Gazpacho Brothers (Francia), Burbulhas (Brasil) o Guruguru (Barcelona), entre otras formaciones.
Más recientemente ha dirigido Konpota (Dxusturi Teatroa/País Vasco), primera traducción al euskera del texto La compote de... de Philippe Gaulier; una versión libre del clásico de Beckett Godot, para el Laboratorio de creación del Pabellón Nº6 de Bilbao; Zerura Eroria para Anodino Teatroa y Mr. Pichichi para la compañía Philo&Jole, que se llevó el premio al mejor espectáculo de Euskadi en la XVII Umore Azoka de Leioa 2016.
Los San Roques de Llodio también han podido disfrutar de otra obra dirigida por Ibarluzea para la compañía Tornado y Pabellón 6 de Bilbao, que visitará Galdakao el próximo sábado 16. “Se llama Lapurminak/Amigos con derecho a robo y es una obra de calle hecha en la calle y estamos muy orgullosos de ella”, sentencia Ibarluzea, no sin antes adelantar que el Festival Internacional de Teatro de Vitoria, entre el 28 de octubre y 1 de noviembre, será la plataforma de despegue para la obra Takoidun zapata gorria, realizada con gente de Llodio tales como el escritor Mikel Ayllon y el músico Igor Arzuaga, con quienes Ibarluzea ha creado el grupo de teatro Piscifaktoria.
Además, y por si todo esto fuera poco, Ibarluzea está dirigiendo en Cataluña un espectáculo que se estrenará en 2019, así como otros dos proyectos en Euskadi de los que no quiere avanzar nada más. Tiempo al tiempo.