Todo empezó hace 20 años, cuando un asesino en serie atemorizó Gasteiz. Ese caso quedó cerrado tras la detención de Tasio Ortiz de Zárate, un arqueólogo famoso que frecuentaba los programas de televisión. Pero la reciente aparición de dos nuevos cadáveres ha hecho que vuelva a cundir el pánico en la capital alavesa. El protagonista de El silencio de la ciudad blanca, el inspector Unai Ayala -también llamado Kraken-, es especialista en Perfilación Criminal y trabaja en La División de Investigación Criminal -“solían requerirme cuando aparecían seriales: asesinos, violadores...”-.

Sus primeros pasos se dirigen a las criptas de la Catedral Vieja -catedral de Santa Maria-, que también sirvió de inspiración al escritor Ken Follet, para desarrollar la segunda parte de Los pilares de la tierra. En la Catedral Vieja han aparecido los dos cuerpos desnudos de un chico y una chica, “con las manos apoyadas en la mejilla del otro” y “con eguzkilores rodeando sus cuerpos”. “Me dirigí a la plaza de la Virgen Blanca y subí hasta la entrada de la Correría, una de las calles más antiguas de la ciudad medieval”. Ayala y su compañera, la inspectora Estibaliz Ruiz de Gauna, acceden a Cuchillería, “otra de las antiguas calles donde los gremios se agrupaban en la Edad Media”.

El asesino sigue suelto y Kraken no para ni un segundo. Se acerca a Los Arquillos, construcción que permite hacer frente al desnivel por medio de unos edificios escalonados, “que aquel día se llenaba de vendedores de ristras de ajo, que dejaban el aire trufado de un persistente olor a azufre y la acera cubierta de un mar de pieles blancas y secas”. Otros lugares como la iglesia de San Miguel y la estatua de bronce de Celedón podrán visitarse si los lectores desean seguir los pasos de la división que se encarga de esclarecer los asesinatos en El silencio de la ciudad blanca. El Palacio de Villa Suso es otro de los lugares que aparece en la novela: “Se quedó parada en lo alto de la escalinata. Unos cincuenta escalones y tres pisos la separaban de la plaza del Machete”. La casa del Cordón también queda retratada en el libro. “Medio minuto después llegamos al número 24 de la calle Cuchillería. La Casa del Cordón era un edificio de finales del siglo XV, de los tiempos en que los Reyes Católicos habían expulsado a los judíos”. Eva García Sáenz de Urturi rinde homenaje a la ciudad y forja de nuevo una estrecha relación entre Gasteiz y la literatura. - U. Razkin

El silencio de la ciudad blanca es el primer libro de la ‘Trilogía de la ciudad blanca’. Eva García Sáenz de Urturi publicó en abril la esperada segunda parte: Los ritos del agua. Sin embargo, fue mucho antes, en 2012, cuando la escritora gasteiztarra se convirtió en un fenómeno de ventas con La saga de los longevos. En 2014 publicó Los hijos de Adán y Pasaje a Tahití.