madrid - El pintor realista Martín Giraldo, que ha llenado con sus paisajes la Casa de Vacas del Retiro, con más de 40 piezas de gran formato, muchos de ellas hechas por módulos, cree que el éxito que está teniendo su exposición se debe a que “la gente está harta de lo conceptual”. “Los que trabajamos en el campo de las emociones y no del concepto, vemos que cada vez teníamos menos espacio expositivo y que las compras desde las instituciones en las ferias solo van por ese camino. Y supongo que hay un hartazgo en la gente y una necesidad de buscar emoción”, explica.
Así, a sus 38 años a Martín Giraldo (Ourense, 1978), que ha hecho de la calle su estudio móvil, donde pinta cuadros de formatos enormes como 2,80 por 5,10 metros, le ha llegado el reconocimiento y la gente que no para de visitar su muestra en medio del Retiro madrileño. Una exposición, que es algo más que eso, porque se trata de un proyecto de la Asociación de Pintores y Escultores que se llama Aula Internacional del Paisaje, que conlleva, además de la muestra, la celebración de talleres de pintura y conferencias, como la que impartirán el próximo viernes Antonio López y Jean Baptiste Secheret, becado de la Academia de París, y en la que hablarán de Pintura y paisaje.
Para Giraldo, la pintura que hace en la calle, con la gente pasando por medio de sus obras, incluso formando parte de ellas, sus espacios de la ciudad, en el campo, o en el entorno de los museos, no se puede encerrar solo bajo el concepto de pintura realista. “A mí la parte de la narración sin la parte de la abstracción, sin los elementos del cuadro, fuera de la imagen que vayas a contar, no tiene ningún sentido, pero ni para mí, ni para ningún pintor”, subraya el artista. En la muestra predominan los cuadros grandes de exterior e incluso algunos de ellos el artista no los da por terminados. Cuelgan dos cuadros de ocho metros, realizados en exteriores. Uno de ellos reproduce el patio de la casa de Velázquez de París, que pintó Giraldo mientras estaba becado por la Academia de París, y que incluso cuando acabó sus estudios siguió viajando hasta allí para terminarlo. Y el otro cuadro está pintado desde el Cerro del Viso adonde acude desde hace cinco verano. - Efe