La casa Christie’s celebra su 250 aniversario con Adjudicado (Phaidon), un libro en el que recopila, a través de algunas de sus ventas más icónicas, centenares de anécdotas de subastas y también el “punto de excentricidad” de muchos coleccionistas que han comprado en este sitio.

La presidenta de Christie’s España, Pilar González, ha explicado que se trata de un recorrido por la historia del arte a través de Christie’s en el que se podría trazar un “estudio sociológico” de lo que son algunos coleccionistas. En este sentido, este libro viaja en la línea de la obra de Maurice Rheims, La vida extraña de los objetos, que ha ido citada por la propia González. “Es cierto que los coleccionistas tienen ese punto de excentricidad, pero creo que es algo que está en todos. En el caso de las subastas, se trata de gente con valor adquisitivo que puede liberar esos instintos, pero es que además lo hacen divirtiéndose y con una inversión: es una excentricidad positiva”, aseguro.

evolución En cualquier caso, la consejera delegada de la casa de subastas en España, Carmen Schajer, matizó que “los mejores coleccionistas no son los que más dinero tienen”. Y como ejemplo añadió la anécdota del Rothko vendido por 87 millones de dólares en el año 2012 por unos clientes que lo habían comprado hacía varios años -aún en vida el autor- por un precio “casi absurdo” y tras pedir un préstamo.

A finales de 1776, James Christie preparó un catálogo de ventas en lo que sería la primera subasta de la casa y que incluía productos habituales del día a día como reflejaba el primer lote, que constaba de “seis platos y cuencos de una pinta para desayuno”. A partir de ahí, la evolución de las subastas ha ido en paralelo a la evolución de la sociedad, que ha atravesado diversos acontecimientos como las guerras mundiales o la Revolución Francesa. Precisamente, el crecimiento de Christie’s llegó de la mano de la rebelión en Francia, pues importantes colecciones de arte que en su día colgaban en castillos de toda Europa fueron trasladadas a Londres.

Schajer resaltó entre los objetos más significativos que están recogidos en el libro la camiseta de la selección brasileña que Pelé llevó en el Mundial de 1970, un vestido de Lady Di con el que bailó un vals o, ya en el terreno artístico, un tiziano que fue recomprado por la National Gallery a través de una colecta. También hay espacio para los mecenas altruistas como el caso de un japonés que compró una de las siete versiones de Los girasoles de Van Gogh para devolverlo al Museo Yokohama, derruido tras la II Guerra Mundial, o los curiosos deseos de otro mecenas japonés que pidió ser enterrado con el cuadro Doctor Gadget, que en su día batió los récords de precios.

récords Muchas de las ventas en Christie’s marcaron topes de precios en su momento, como fue el caso del huevo de Fabergé encargado por la familia Rothschild en 1902 y vendido en 2007 por 19 millones de dólares o Benefits-Supervisor Sleeping de Lucien Freud, que en 2008 se convirtió en el cuadro más caro de un artista vivo al pagarse 33,6 millones de dólares. Sobre el papel actual que han adquirido las casas de subastas en el establecimiento de precios, las directivas de Sotheby’s negaron “manipulación”. “Es verdad que podemos ser influyentes, pero sin manipular: las casas de subastas son un agente más de un mundo bastante complicado”, concluyó Schajer.

Christie’s resume su historia en Adjudicado. Publicado por Phaidon, el libro también es un recorrido por la historia del arte, porque a lo largo de estos 250 años Christie’s ha subastado obras de arte, muebles, joyas y obras maestras de los artistas más importantes del mundo. - Europa Press