Madrid - Luis Tosar y Javier Gutiérrez vuelven a coincidir en un thriller de acción, esta vez junto al actor catalán Alain Hernández. Se trata de Plan de fuga, un filme sobre un atraco perfecto donde “nada es lo que parece” y que conecta con cierto “deseo oscuro” del ciudadano de asaltar el poder. “La sensación de que te atraquen, de que el poder corrupto acaba con uno y el ciudadano tenga el deseo oscuro de hacer justicia a mano armada siempre ha estado ahí, pero es cierto que ahora está muy candente”, señaló ayer Tosar durante la presentación del filme, dirigido por el realizador vitoriano Iñaki Dorronsoro y producido por Atresmedia.

Esta vez Tosar es el policía, una especie de jefe y padrino del protagonista, Alain Hernández, un tipo con doble vida que se infiltra en una banda de delincuentes para asaltar la cámara acorazada de un banco suizo. A diferencia de la reciente Cien años de perdón, con la que guarda algunas similitudes, en Plan de fuga no tiene tanto peso lo político, y la trama, guiada sobre todo por la vocación de entretener, se centra en los personajes inmersos en el atraco. “Hemos intentado compensar la parte policíaca con la de personajes”, explicó Dorronsoro, que parte de un tipo en crisis (Hernández), insatisfecho con su vida, cuando aparece en ella un personaje clave de su pasado.

Ese personaje es el que interpreta Javier Gutiérrez, un yonqui en estado terminal que fue su amigo y con quien comparte un código de lealtad y fidelidad. “Es un personaje que sobre el papel asustaba”, admitió Gutiérrez, que ha tenido como referencias al Bardem de Días contados y al Christian Bale de The fighter. “Era muy importante la caracterización”, subrayó, “porque es un personaje al borde de la muerte y había que dar esa sensación”.

“Cuando haces una película, hay cosas que salen peor de lo que piensas y otras mejor. Entre lo mejor de esta película sin duda está la parte interpretativa. Nunca habría soñado con unos actores de esta calidad”, señaló el director vitoriano, quien apuntó que esta película no es “cine social” sino de entretenimiento y advirtió de que “ya está todo inventado”. “Todo lo que se podía denunciar en el cine ya se ha hecho, aunque eso no significa que no se deba hacer más”, apuntó. - Efe