la guerra también tiene rostro de mujer. Ya lo proclamó la ganadora del Premio Nobel de Literatura de 2015, Svetlana Alexiévich, cuando publicó su libro sobre las mujeres rusas, ucranianas, bielorrusas y bálticas que combatieron durante la II Guerra Mundial. La periodista no recopiló testimonios basados en mujeres que se quedaron en casa, a la espera de que se efectuara por fin ese reencuentro tan ansiado con los hombres que un día partieron a la guerra, ataviados con un uniforme arrugado y sobrados de motivos para volver. Eran historias de mujeres que lucharon de manera activa en el Ejército Rojo.
Alexiévich se convirtió, de esa manera, en la voz de las sin voz -“Usted le dijo al mundo que nosotras sí existimos”-, puso el foco en la historia que nunca había sido contada, como lo ha hecho también el fotógrafo chileno Mauro Saravia, que junto a la Asociación Intxorta 1937 y con la colaboración de la Diputación Foral de Gipuzkoa, ha puesto en marcha en el Palacio de Aiete (Donostia) la muestra Emeek emana, compuesta por fotografías y narraciones que tratan de recuperar las visiones de las mujeres de Euskal Herria en el contexto histórico del golpe de Estado de 1936, la guerra y el franquismo.
“La historia ha sido muy injusta con las mujeres y quería indagar más en ello. El trabajo de los milicianos llamó la atención, pero la historia sobre ellas no está reflejada en ningún sitio”, argumenta Saravia.
Según relata, había iniciado su investigación y el trabajo fotográfico sobre los últimos gudaris que quedaban vivos. Paralelamente, la Asociación también estaba preparando un homenaje sobre ellos. “Un historiador en común nos contactó y nos traspasamos información. Al final me propusieron hacer la exposición”, aclara. Al principio, la investigación fue un poco “a la deriva” porque se dieron cuenta de que las que hablaban en las entrevistas “eran las esposas, eran la fuerza trabajadora en Euskal Herria”. Cambiaron el foco.
La exposición, uno de los eventos principales del XV Giza Eskubideen Zinemaldia, cuenta con 53 mujeres retratadas -un proceso que ha durado casi dos años-, además de 11 “ausencias”. Sobre este apartado habla Saravia: “Son fotografías que tienen una impronta autoral, mujeres fallecidas pero que fueron muy importantes en el desarrollo de Euskadi”. Según comenta, en esta serie, el público puede encontrarse con una mujer que ayudó a conseguir el voto femenino o también con una miliciana que luchó en Irún. En palabras del fotógrafo, son mujeres que han dejado “un legado”, y eso es lo que ha querido abordar en este trabajo.
las historias Detrás del rostro de una mujer, hay una voz silenciada, una historia que merece ser contada. Los caminos recorridos, las travesías del horror se manifiestan en la orografía que describe el mapa de sus caras. Isabel Birichinaga vivía en Bergara cuando se produjo el golpe militar. Tenía 24 años -casada y con un hijo- cuando se alistó como miliciana. Ella se encargaba de preparar la comida para quienes luchaban en las trincheras en el frente de Elgeta. De camino a Elorrio resultó gravemente herida en un bombardeo y murió a los dos días.
Nieves Acha -que es el rostro de esta exposición- fue testigo de los bombardeos de Durango y Gernika. Pudo exiliarse a Francia en el barco Habana, y después consiguió pisar tierra rusa. En 1941, tras la invasión nazi, comenzó una larga travesía: Stalingrado, Moscú, Odessa, Sarátov, Tbilise...“Su hermano se murió y ella siguió sola. Trabajó por una miseria, siendo todavía una niña, en una fábrica textil. Falleció el 6 de noviembre de 2016, poco después de la entrevista, por eso decidimos hacerle un homenaje y dejarla como rostro de la muestra”, añade Saravia.
Lorea Albizu tenía 5 años cuando salió de Zumaia junto a su madre y sus dos hermanos pequeños. Las autoridades franquistas expulsaron a cientos de mujeres guipuzcoanas, entre ellas a su madre. Tras ser testigo de los bombardeos de Bilbao y Gernika, embarcó en Ribadesella para huir a Francia. Además de estas, también están presentes las narraciones de las primeras maestras que enseñaron euskera en la clandestinidad o la primera bertsolari. Todas ellas tienen una historia distinta, pero lo que las une es la superación y esa es, en palabras de Saravia, la connotación específica de esta muestra. “Yo no quise darles la visión de víctimas. Quería que fueran reflejo de ese sentimiento de sobreponerse ante la dificultad”, especifica.
Saravia indica que a la hora de entrevistar a las mujeres no tuvieron ninguna dificultad para que ellas hablaran de todo lo que vivieron: “Hasta en Nafarroa, que es un poco complicado porque la gente no habla mucho, encontramos mujeres que lo hicieron. Ellas decían: No hemos comentado nunca esto, ni siquiera a nuestros hijos”, explica el fotógrafo al mismo tiempo que expresa la importancia de estos testimonios “para que la gente conozca esta parte oculta y también para que ellas se desahoguen”.
En referencia a la técnica, Saravia cree que la fotografía es un medio muy apropiado para abordar la memoria histórica: “Es fundamental porque preserva; al ver una imagen te hace mantener un recuerdo”, afirma.
exposición itinerante Emeek emana llevará las vivencias de distintas mujeres de Euskal Herria a otras localidades guipuzcoanas. “Va a recorrer once localidades durante todo este año y parte del 2018”, aclara. Además, confiesa que “ha tenido conversaciones” para llevar la muestra a otros rincones: “Distintas comunidades autónomas nos han contactado”. Ahora la exposición se encuentra en el Palacio de Aiete hasta el 7 de mayo. “Allí se alojaba Franco, era su estancia principal; es importante que este trabajo esté ahí”, explica.
Emeek emana tiene una página web -emeekemana.eus- donde puede consultarse toda la información sobre las protagonistas.
¿Qué es? ‘Emeek emana’ cuenta con 53 retratos de mujeres y 11 de aquellas que ya han fallecido -dentro de la serie ‘Ausencias’-. Además de los retratos fotográficos, también hay una pequeña biografía de cada una. Las entrevistas hechas por Mauro Saravia también podrán verse en la muestra.
¿Dónde? La exposición estará en el Palacio de Aiete (Donostia) hasta el 7 de mayo y luego recorrerá 11 localidades guipuzcoanas hasta 2018.
Web. ‘Emeek emana’ cuenta con una web, en la que aparecen las biografías de las mujeres: emeekemana.eus.