Vitoria - La tramitación del Plan Estratégico de Cultura para Álava, del que por el momento la Diputación no ha dado detalles y cuya única información pública corresponde a la que en exclusiva está publicando este periódico, sigue su curso en el seno de las Juntas Generales del territorio. De hecho, esta semana se ha producido una reunión entre los partidos políticos presentes en la Cámara para hacer llegar al departamento dirigido por Igone Martínez de Luna sus aportaciones y enmiendas al último borrador con el que se está trabajando, un documento de cuyo contenido este medio ya informó hace unas semanas.
Sin embargo, por ahora se desconocen los plazos para cerrar el proceso iniciado el pasado mes de otoño con la puesta en marcha de tres grupos de trabajo, uno de los cuales contó con la participación de la Mesa Sectorial de la Cultura en Álava Mahaia, que el martes por la noche difundió a través de Internet un amplio documento donde se recogen algunas de sus impresiones sobre el camino que se está llevando a cabo.
En este sentido, la agrupación saluda y pone en valor el Plan, reconociendo además como positivos “muchos de los elementos introducidos”, pero también señala varias carencias que espera se puedan solucionar. De hecho, en varios momentos, la entidad reitera que el documento actual propone un proyecto demasiado genérico, frente a lo que pide que éste sea “más concreto y, sobre todo, elaborado sobre objetivos operativos claramente medibles y evaluables”.
En su reflexión pública, Mahaia ofrece y aporta diferentes reflexiones en torno a distintos puntos recogidos en el actual borrador, al tiempo que critica algunas partes de la metodología y los plazos utilizados en la fase previa en la que la Mesa tomó parte. A partir de ahí, solicita a la Diputación que tome de verdad en consideración sus aportaciones, al tiempo que, con la mirada puesta en el futuro, quiere que en los mecanismos que se habiliten para hacer seguimiento del Plan, el Ejecutivo se abra la gestión compartida para facilitar la toma de decisiones de manera conjunta. “Es posible una participación activa”, define.