Vitoria - Como sucede en muchas ocasiones, sobre todo cuando de la primera publicación se trata, al principio no estaba sobre la mesa la posibilidad de escribir un libro. El impulso venía de la propia necesidad de expresarse a través de la poesía, un interés alimentado por la intención de concurrir a concursos literarios. Pero esos certámenes quedaron rápido en un segundo plano porque el material que Amaia Calvo había atesorado estaba reclamando a su autora convertirse en poemario. Así, el año pasado, se hizo palpable Soñar sin morderse la lengua (Cultiva Libros), cuya primera edición está a punto de agotarse.

Estructurado en tres partes y contando también con algunas aportaciones fotográficas, el libro se estructura en tres partes. En la que se presenta bajo el nombre de Soñar, son los anhelos, las metas por cumplir y las expectativas las que conforman el capítulo. Toma el relevo Soñar sin morderse la lengua, que está más enfocado a cuestiones de denuncia social. De hecho, la autora recuerda como uno de los poemas que aquí se recogen nació a partir de una noticia en los medios de comunicación sobre la agresión a unas chicas en Vitoria durante una noche. “Escribir desde la poesía no significa quitarle importancia, sino todo lo contrario”, apunta. El recorrido por las páginas se completa con Héroes cotidianos, una mirada, a través de personas cercanas a la escritora, a la humanidad. “Todos somos especiales, todos somos importantes, todos tenemos nuestro hueco”.

Consciente de que “muchas personas no quieren acercarse a la poesía porque tienen muchos prejuicios”, Calvo quiere que el lector “se de cuenta de que la poesía es un medio para escribir sobre cualquier aspecto y que encontramos poesía en todas las situaciones de la vida”. Así que su propuesta busca que quienes tengan entre las manos Soñar sin morderse la lengua “entienda que la poesía es parte de nosotros y que cualquiera puede expresarse y satisfacer la necesidad de decir algo”.

Eso sí, el poemario no se queda solo en sus páginas. De hecho, de él están apareciendo caminos paralelos. “El título del libro es, para mí, un leitmotiv que me impulsa”, una base sobre la que también crear, por ejemplo, agendas o, junto a nombres de la escena rapera de la capital alavesa como Bawer, plantear la adaptación de sus versos a la música (versión audiovisual incluida), sin olvidar su intención de desarrollar prendas de vestir a partir de la portada del libro.

Son proyectos que se suman y que Calvo afronta ahora, mientras sigue, por supuesto, escribiendo, más allá de que no solo la poesía se presente como la vía de expresión. “Escribo casi siempre de noche. Soy un poco un ave nocturna. Son momentos en los que me encuentro mejor para dejarme llevar por la escritura”, señala Relatos y reflexiones se van en los últimos tiempos añadiendo a esa senda ya recorrida, aunque la autora prefiere no adelantar acontecimientos. “La verdad es que Soñar sin morderse la lengua y lo que está derivando de él me sigue reclamando la mayor parte de la concentración”.