Vitoria - “Dicen que con la edad te vuelves más raro y eso podría interferir entre nosotros. Pero para nada, cada uno aporta lo que tiene con su sabiduría y sus rarezas, y también con sus ignorancias porque siempre estamos aprendiendo los unos de los otros”, dice Roberto Potis. Tanto él como Natxo Martín, Asier Yarza y José Antonio Castillo Kasti saben lo que es patearse los escenarios de aquí y de allá en diferentes proyectos nacidos en tierras alavesas, aunque su punto de unión es, desde finales de 2013, Banda Badaya. “Tal vez hubo algún momento de nuestras vidas en el que creímos que éramos algo pero con el tiempo te das cuenta de que lo único importante es disfrutar”, un sentimiento a compartir también con el público tanto en los directos como a través del primer disco homónimo que el cuarteto gasteiztarra acaba de editar.

La formación se ha quedado a gusto, además. Son 17 los temas (con dos versiones) que componen un álbum que Banda Badaya ha ido construyendo poco a poco a lo largo del último año. “En realidad, al principio no estaba en nuestra cabeza sacar un disco”, sino ir grabando desde el local las canciones que entre todos estaban sacando. “Pero nos dimos cuenta de que, a pesar de no hacer el trabajo en un estudio, la calidad era alta, así que nos lanzamos” a editar un CD que se puede conseguir tanto en El Antiguo como a través de labandabadaya@gmail.com o el perfil de Facebook del grupo.

De hecho, al local de la calle Badaya acudirá Banda Badaya este viernes a partir de las 20.00 horas para volver a encontrarse con el público tras las recientes actuaciones en El Parral y en Agurain. “La respuesta de la gente está siendo muy buena y nos están llegando comentarios muy interesantes tanto del disco como de los directos”, apunta Potis, quien asegura que el cuarteto sólo espera “que la gente vea que aquí hay, ante todo, mucho trabajo y la ilusión”.

Mil excusas, Aquellos tiempos, No te necesito, Mil colinas o Negocios sucios son algunos de los cortes que dan vida a un trabajo en el que el rock se encuentra como hilo conductor, aunque dejándose llevar también por el funky, el blues o el hard rock, puesto que éstas y otras influencias marcan la trayectoria de cada uno de los componentes de la formación. “Incluso, aunque sea un poco paradójico, hay canciones que suenan a rock progresivo y eso que ninguno de los cuatro venimos de ese lado, sin embargo ha surgido así al encontrarnos sin que sepamos muy bien la razón”, comenta el guitarrista, quien, además, señala que, en realidad, el elemento distintivo del sonido de la banda es “la voz de Natxo, tiene un timbre especial”.

Esta semana toca un nuevo encuentro con el público. Y es de esperar que salgan más conciertos en las próximas fechas. Aún así, Potis apunta que el apoyo a la escena local, en general, es “pobre” en una Vitoria que “es más receptiva a las bandas que a lo largo del año vienen de fuera que a las que son de aquí; parece que seguimos pensando que por se de casa, los grupos no son buenos; hay ciudades vecinas donde siempre se apoya a lo propio”, apunta el músico.