Vitoria - Con la calle como escenario, la compañía alavesa Pez Limbo estrenó el año pasado Almacenes La Parisienne, un montaje que, como es marca de la casa en el grupo, supone un relato donde el humor y la poesía se encuentran para relatar, en este caso sin texto, una historia sobre la resistencia y el ingenio. El espectáculo sigue su camino con el cielo como techo. Es más, en mayo viajará al Festival de Teatro y Artes de Calle de Valladolid -uno de los más importantes del Estado- y cuenta ya con una agenda bastante avanzada con la mirada puesta en el inminente verano.
Eso sí, Pez Limbo no pisa hoy con esta obra ninguna acera sino las tablas del Félix Petite (centro cívico Ibaiondo) para proponer al público el estreno en sala de Almacenes La Parisienne, una cita que se producirá a partir de las 20.30 horas y que todavía tiene algunas, aunque tampoco no muchas, entradas a la venta por 14 euros.
“La historia es la misma, pero el espacio supone un cambio porque cuando estás en un teatro tienes algo más de sitio y, sobre todo, puedes concentrar mejor la atención del público. Eso te permite trabajar las cosas pequeñas, los detalles... cuestiones que en la calle son más complicadas puesto que, para empezar, el ritmo tiene que ser más dinámico que en sala”, explica Eduardo Hernando, quien en esta ocasión se encuentra en la parte técnica de una pieza que protagonizan Begoña Martín Treviño, Raúl Camino y Ruth Díaz de Greñu.
La idea de la compañía es mantener a partir de ahora los dos formatos, tanto de calle como para teatro cerrado, con este espectáculo sobre gente que no se calla, como define el propio grupo. “Al fin y al cabo, son tres mujeres que en una situación en la que la mayoría nos callaríamos agachando las orejas, ellas deciden encerrarse en la tienda que llevan y resistir ante ese poder que ha cambiado y que quiere transformar su forma de vida”.
Todo ello relatado sin decir palabra, aunque no sea necesario hacerlo entre las paredes de un almacén donde cualquier artículo puede servir para la causa. Un local que ahora se traslada de la calle a Ibadiondo para abrir otro camino de representaciones en la senda de la compañía gasteiztarra.