berlín - El cine polaco y el iraní cerraron ayer la competición de la Berlinale, un festival que recorrió los conflictos políticos del mundo presente o sus orígenes y entre cuyos 18 aspirantes repartirá hoy sus Osos el jurado presidido por la actriz Meryl Streep.
Zjednoczone Stany Milosci (United States of Love), de Tomasz Wasilewski, y Ejhdeha CVared Mishavadi (A dragon arrives), de Mani Haghighi, cerraron el círculo, el primero con una visión desesperanzada de la Polonia de finales de los ochenta y el segundo como representante de un Irán ansioso de romper sus ataduras.
Cuatro destinos de mujer centran el filme del realizador polaco, todos ellos en un entorno deprimente, donde el sexo es un acto mecánico que se practica sin atisbos siquiera de simpatía hacia el otro, entre un sistema político -el comunista- que se descompone y una presión religiosa -la católica- que persiste. Son cuatro mujeres de rostros y ojos traslúcidos, que viven en desabridos bloques de vivienda comunistas de la provincia polaca y que representan cuatro formas distintas de soledad femenina.
Le siguió el filme de Haghighi, a medio camino entre un Mad Max y un thriller por el desierto iraní, con un dúo a lo Blues Brothers a bordo de un Impala Chevrolet color naranja y otros sujetos estrafalarios que pretenden romper moldes, pero que en realidad se apropian de modelos establecidos en otras cinematografías.
Los últimos aspirantes a Oso quedaron fuera de las quinielas que circulan por el festival, lo mismo que la filipina Hele sa Hiwagang Hapis, estrenada ayer y no incluida en el ranking de Screen, el magazine oficial de la Berlinale, basado en las opiniones de ocho críticos que tienen como clara favorita a Foucoammare, la película del Gianfranco Rosi que retrata el drama diario de la llegada de refugiados a la isla italiana de Lampedusa. Le siguen Hedi, el filme tunecino que abrió la competición y que plasma la sociedad en transformación a través de un muchacho magrebí; así como la francesa L’avénir, apuntalada en el trabajo de Isabelle Huppert. También cuenta para los críticos Midnight Special, la inquietante película de Jeff Nichols que arranca de la persecución de un niño con superpoderes por parte de los servicios secretos y por una secta extremista. - Efe