Sevilla - La cantante Isabel Pantoja pasó el lunes su última noche en prisión, ya que el juez ha decidido permitir que cumpla el tercer grado durmiendo en su domicilio, como ella había solicitado. La libertad condicional, que se le notificó ayer y se hará efectiva el 2 de marzo, cuando la cantante se desvinculará formalmente de la prisión de Alcalá, en la que ingresó el 21 de noviembre de 2014 para cumplir una pena de dos años por blanqueo de capitales.
Hasta el 2 de marzo, Pantoja está sujeta al tercer grado o régimen de semilibertad, que empezó a disfrutar el 13 de diciembre y que le permitía dormir de lunes a jueves en un establecimiento penitenciario y el fin de semana en su casa. Sin embargo, el abogado de Pantoja presentó un recurso sobre la forma de cumplir el tercer grado y el juzgado de vigilancia penitenciaria 2 de Andalucía le ha dado la razón. Tras su decisión, Pantoja cumplirá el tercer grado en la modalidad descrita en el artículo 86.4 del reglamento penitenciario, que prevé dormir en el domicilio y personarse en la cárcel cada quince días. La cantante sólo tendrá que volver un día a la cárcel de Alcalá para cumplimentar la obligación de la nueva modalidad del tercer grado, tras lo cual se desvinculará completamente de la prisión de Alcalá de Guadaíra. Pantoja ha recibido “con satisfacción” las dos noticias respecto a su régimen penitenciario, apuntó su abogado antes de indicar que ahora la cantante sí podrá culminar su reinserción profesional, familiar y social. Cuando obtenga la libertad condicional, el juzgado obliga a la cantante, para las notificaciones, a mantener su domicilio en la finca Cantora, situada en Medina Sidonia (Cádiz) y en la que pernocta cuando tiene un permiso judicial. Además, la libertad condicional incluye una autorización para desplazarse por todo el territorio estatal por razones profesionales. También debe someterse al seguimiento y control de los servicios sociales penitenciarios de Jerez mediante la presentación en los mismos cuantas veces fuese requerido por ese servicio o por el juzgado de vigilancia penitenciaria. - Efe