- ¿Qué tienen en común una franco alemana de Berlín, una belga nacida en Hong Kong, una británica de Gales, una húngara de Budapest, un francés de origen congoleño y un gasteiztarra? Todos son europeos, pequeñas gotas de agua en ese océano de culturas, naciones y pueblos que vertebra el viejo continente, y todos se enfrentan a retos comunes, dentro de la diversidad que los caracteriza. ¿Cómo comprenderse mutuamente y acordar sus identidades? ¿Cómo convivir? En definitiva, ¿qué les hace europeos? El proyecto internacional Un pays de peuples, en el que participa el centro teatral Ortzai de Gasteiz, ahonda en estas incógnitas desde que comenzó a tomar forma hace ya cinco años, una producción en constante evolución que actualmente encara su fase final, y que vuelve a hacer escala estos días en la capital alavesa, en el laboratorio dirigido por Iker Ortiz de Zárate.
La primera parada de Un pays de peuples en Vitoria se produjo en el año 2013, cuando Ortzai acogió durante una semana a los dramaturgos Kwang-Lim y Borbála Sebök, procedentes de Corea del Sur y Hungría, que se empaparon de la realidad cultural y social de la ciudad y de Euskadi para, posteriormente, plasmarla en los textos que dan base a la producción. Otros dos reputados autores procedentes de otros dos continentes, el neoyorquino Dan Friedman y el congolés Jean Bofane, también han participado en su escritura desde que comenzó a fraguarse allá por 2010, siguiendo esa misma dinámica itinerante.
Bruno Freyssinet, interesado en temáticas “controvertidas” que tienen a Europa y sus realidades social o económica como bases, tomó las riendas de la dirección artística del proyecto, cuyo elenco está compuesto por intérpretes procedentes de Berlín (Jessica Walther-Gabory), Budapest (Natasa Stork), Swansea (Donna Males), Bruselas (Pak Yan Lau) o Gasteiz, con el propio Ortiz de Zárate. El crisol lo completa el belga Michael Wolteche, encargado de su dirección musical. La escultura vegetal de la Virgen Blanca sirvió ayer como escenario para la reunión del equipo en Gasteiz, donde ha tenido ocasión de compartir escenario y ensayos con otros artistas locales y de “reinterpretar” sus textos.
La obra, en la que al margen de la cultura vasca también es notoria la presencia del euskera, se preestrenó en París a comienzos de este año y a partir de ahora girará por las localidades de procedencia de todos sus participantes. “El objetivo es crear juntos un espacio común. Estamos creando lo que serán los recuerdos futuros de Europa”, remarcó ayer Freyssinet. “La conexión con los artistas locales ha sido muy fuerte y no he sentido la frontera del lenguaje”, añadió, por su parte, la actriz Walther-Gabory.
referencia internacional Al margen de esta iniciativa, Ortzai tiene en su agenda varias iniciativas más que están dando cuenta de la consolidación del programa docente e investigador del centro, de su afán por llevar el nombre de Gasteiz y Euskadi fuera de estas fronteras.
De hecho, el espacio de la calle Pintorería acoge estos días al director y profesor teatral estadounidense John Strasberg, que ha acudido por tercer año consecutivo a Gasteiz para ofrecer un curso de interpretación basado en sus propias investigaciones. Strasberg comenzó su camino en la interpretación de la mano de su padre Lee, que fue profesor del mítico Actors Studio de New York y maestro, entre otros de Al Pacino, Marilyn Monroe, Paul Newman, Montgomery Clift o James Dean.
Paralelamente, la obra ¿Y ahora? Eta orain, producida por Ortzai, retoma estos días su periplo internacional de la mano de Teresa Ibáñez e Iker Ortiz de Zárate. Entre medias, Ortzai presentará el próximo 10 de octubre la obra Cándido de Voltaire, en el marco del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz.