Madrid - Como le sucede a casi todos los premiados, la ilustradora Elena Odriozola tampoco se “esperaba” recibir ayer el Premio Nacional de Ilustración, un galardón que le llega después de llevar más de veinte años llenando con su trazo más de cien libros. “Era difícil porque hay muchos ilustradores que pueden ganar ese premio”, confesó.
Reconocida por “su capacidad de renovación siguiendo una línea propia y coherente y por el potencial narrativo de su obra”, la ilustradora vasca (Donostia, 1967) reconoce que se siente “afortunada” dada la situación del sector del libro ilustrado. “A veces es complicado, y es difícil vivir de esto tal y como van las cosas y como van los libros. Pero no me voy a quejar”, matiza Odriozola, ilustradora de libros publicados en el Estado, en Francia, Reino Unido, México y Taiwán en castellano, euskera, gallego, catalán, inglés, francés, portugués, chino, japonés, coreano, alemán, italiano, brasileño, holandés, polaco y turco.
Con sus dibujos ya llenando de color las redes sociales, la vasca afirma que no tiene cuenta de Twitter, pero se “alegra” de que así suceda. Precisamente es en Internet donde la autora de libros como La princesa que bostezaba a todas horas ve una gran ventaja para darse a conocer, que ella no vivió en sus inicios. “Cuando empecé no existía Internet, y para que viera alguien tu trabajo era complicado, pero ahora hay tanto que es más difícil encontrar lo bueno”, comentó.
En este sentido, según puntualizó, en los últimos años se ha vivido un cambio “muy exagerado” en su sector, que ha visto cómo han nacido en muchas ciudades escuelas y facultades de Arte e Ilustración, así como multitud de talleres y cursos para aprender a dibujar. Un hecho que ha provocado que en el Estado se viva en la actualidad un dulce momento en la ilustración, como asegura la artista Odriozola: “Hay mucho ilustrador, cuando yo empecé no tenía nada que ver”.
Pero pese a no contar con esta ventaja de la que gozan los nuevos protagonistas de la ilustración, Odriozola tiene una carrera plaga de galardones y reconocimientos como el segundo premio a las Mejores Ilustraciones Infantiles y Juveniles del Ministerio de Cultura en 2006 por su trabajo en el libro La princesa que bostezaba a todas horas. También ha sido reconocida con el premio Euskadi de ilustración en 2009 por su trabajo en el libro Aplastamiento de las gotas de Julio Cortázar, y el 2010 se alzó con el CJ Picture Book Award en la categoría de nuevas publicaciones con el libro Oda a una estrella de Pablo Neruda. - Efe