ROMA. La exposición lleva por título "Leonardo da Vinci. Autorretrato" y estará articulada en tres secciones en las que, antes de toparse con el famoso retrato, el espectador podrá conocer algunos detalles y controversias sobre la vida de este polifacético y enigmático artista.

La obra, custodiada en la Biblioteca Real de Turín (norte), ha sido traslada en tren y en medio de grandes medidas de seguridad, informó la Consejería de Cultura y Turismo del ayuntamiento romano en un comunicado.

Realizado con la técnica de la "sanguina", que le proporciona su característico color rojizo, el autorretrato muestra al detalle la apariencia de un Da Vinci anciano, con barba, pelo largo y numerosas arrugas repartidas por todo su rostro.

De acuerdo a un análisis de 2012, la obra se encontraba en "un pésimo estado de salud" y para ser trasladada desde la capital piamontesa ha tenido que someterse a un proceso de restauración no invasivo.

Gran parte de su deterioro se debió a su exposición entre 1929 y 1930, cuando la obra fue colgada en una pared y expuesta a la luz, lo que provocó las manchas oscuras que parecen quemaduras y que pueden apreciarse sobre el papel.

La muestra romana permanecerá abierta hasta el próximo 3 de agosto y profundizará en la figura del genio florentino a través de soportes multimedia, que contarán "como si de una novela se tratase, los hitos más importantes de la vida del artista".

Da Vinci falleció en 1519 y dejó en herencia sus manuscritos, dibujos y notas a su fiel colaborador Francesco Melzi y el "Autorretrato" pertenece hoy a la Biblioteca Real turinesa, donde fue expuesto por última vez en octubre del año pasado.

"Ese rostro evocador e inconfundible es tan familiar que hace sentir que Leonardo está vivo, entre nosotros", refirió sobre la obra el alcalde de Roma, Ignazio Marino, quien destacó que gracias al diseño, "todos hemos reconocido al genio".