Barcelona - Goran Bregovic no es sólo un activo embajador de la cultura balcánica, sino también una persona optimista que cree que “es un buen momento”, porque “por primera vez las pequeñas culturas están influyendo en las grandes”.
El músico, que actuará hoy en Barcelona dentro del Festival Jardins de Pedralbes, aseguró en una entrevista a Efe que confía en un futuro mejor, respetuoso con las culturas minoritarias. “Hay una presión grande de la globalización, pero también hay una gran reacción de lo local”, añadió el compositor nacido en Sarajevo, de padre croata y madre serbia, que se define a sí mismo como yugoslavo.
Bregovic viene a la capital catalana acompañado de su mítica Orquesta de Bodas y Funerales, que incluye vientos, el indispensable bombo, sección de cuerda, cantantes gitanos y las polifonías de un coro de voces búlgaras. Todo dirigido por él, desde el centro del escenario, sentado en una silla y con su guitarra eléctrica sobre las rodillas, dispuesto a ofrecer una música inequívocamente balcánica, que incluye todas las influencias y estilos de la zona. Interpretará algunos temas inéditos que incluirá en el disco que tiene previsto sacar a la luz a finales de este año, y otros ya recogidos en su prolífica discografía. Logrando, en sus interpretaciones, una síntesis, que hoy tendrá tonalidades rumberas, porque su reciente colaboración con la banda Gipsy Kings, le ha llevado “hacia la rumba catalana”, según confesó.
Gipsy Kings, es uno de los grupos que colaboró en el último disco de Bregovic, titulado Champagne for Gypsies. “En este álbum he querido reivindicar el legado cultural que han dejado en Europa los gitanos y he invitado a algunos de mis gitanos favoritos”, explicó en referencia a Eugene Hütz, de Gogol Bordello, que interpreta en el disco la canción Be that man.
El paseo por la música gitana europea de Bregovic se detiene en la frontera francesa, sin entrar a fondo en los palos del flamenco porque le parece “una tradición demasiado impresionante”. “Yo vengo de una cultura musical pequeña y no puedo compararme con la cultura musical española”, mencionó con humildad el autor de las más conocidas bandas sonoras de Emir Kusturica.
En su opinión, los ritmos balcánicos han conquistado en los últimos años el corazón de gentes de diferentes latitudes porque “es una música honesta que trae algo que quizás echamos de menos: cierta locura”. “Por nuestra tierra solemos decir que sólo música no es suficiente, hace falta un poco de locura para que sea música, y eso es algo que han aportado los gitanos a nuestra cultura”, agregó Bregovic.- Efe