madrid - El diseñador Pedro del Hierro, creador de la marca que lleva su nombre, falleció el pasado viernes en Madrid a los 66 años de edad. Retirado oficialmente de su labor como creador desde 2011 por motivos de salud, Pedro del Hierro triunfó con la alta costura, pero estuvo siempre cercano al prêt-à-porter y fue muy consciente de la importancia que el respaldo industrial tiene para un creador.

“La moda sin la industria no es nada -afirmaba-. Puedes mantener la Alta Costura con unas cuantas costureras y un taller muy pequeño, pero la moda tal como la concebimos hoy, tiene que contar con la industria y todas las grandes marcas que hay en el mundo, todas, están perfectamente conectadas con la industria”.

Nacido en Madrid en 1948, su padre fue el pintor y catedrático Pedro Mozos. Desde niño fue un genio del dibujo y de la confección y en 1974 presentó su primera colección a la prensa. Dos años más tarde, con 28, se convirtió en el miembro más joven de la Cámara de Alta Costura en la que se encontraban entonces diseñadores del prestigio de Pedro Rodríguez, Pertegaz, Santa Eulalia o Lino.

Pedro del Hierro fue el primer diseñador que contó con corners propios en grandes almacenes en España y en 1989 empezó a distribuir en exclusiva sus creaciones a través del Grupo Cortefiel que, en 1992, adquirió su marca.

La firma inició su expansión internacional en 2007 y cuenta con más de 380 puntos de venta en más de 20 países. El diseñador se retiró oficialmente en 2011 y un año después la dirección creativa de la firma fue asumida por Carmen March.

Con motivo de su retirada, el mundo de la cultura y la moda le rindió homenaje en el Museo del Traje, que expuso 25 creaciones de alta costura donadas por el diseñador. “Nunca soñé que mis creaciones entrarían a formar parte de la colección de un museo, como nunca soñé que mi firma estaría presente en docenas de países de todo el mundo”, declaró en esa ocasión. - E.P.

Carmen March, la diseñadora que ocupa ahora la dirección de la firma Pedro del Hierro Madrid, ha recordado al fallecido como un maestro en constante “búsqueda de una belleza real y contemporánea”, con un profundo conocimiento “de lo que era una mujer de verdad”.

Además, tuvo la “serenidad mental” de conectar su trabajo con la industria textil, para que su trabajo no se quedara “en un sueño muy bonito”, sino que fuera “algo más grande”. De ahí, apunta, su alianza como la familia Hinojosa, propietaria del grupo Cortefiel.

Una alianza, que según la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada, en ocasiones le hizo sufrir. “Se merecía haber tenido una vida mejor”, ha señalado en un comunicado.

“Fue un gran profesional, aunque demasiado sensible y débil para este mundo tan competitivo y muchas veces desagradecido de la moda española. Una gran empresa compró su nombre pero desdeñó su talento. Eso y otras cosas le hizo sufrir demasiado”, concluye la nota de la diseñadora.

Para la directora de la Asociación Creadores de Moda de España (ACME), Pepa Bueno, el modisto fue una “figura central de la historia de la moda española”, que se convirtió en el primer diseñador español con una boutique propia en grandes almacenes, y que además ingresó con solo 28 años en la cámara de alta costura. - Efe