Vitoria - Hay que echar la mirada atrás hasta el 9 de noviembre de 2007 para encontrarse con la última vez que Federico Luppi subió a un escenario en la capital alavesa. En aquella ocasión, la excusa perfecta para encontrarse con el actor argentino en el Principal era El guía del Hermitage. Desde entonces, el intérprete nacido en Buenos Aires se ha alejado del teatro, centrándose en la gran pantalla, con algunos trabajos también para la pequeña. Sin embargo, el paréntesis se ha roto con El reportaje, la obra que hoy le devuelve a Gasteiz, a un Jesús Ibáñez de Matauco que, eso sí, está sin entradas a la venta desde hace ya un tiempo.

De su mano, la programación invierno-primavera de la Red de Teatros vuelve al centro cívico Hegoalde después de casi un mes para encontrarse con una pieza que, tras su representación, también ofrecerá la posibilidad de tener un encuentro con el actos en el caso de aquellas personas que hayan retirado la invitación de manera previa.

La obra habla de un caso concreto para ejemplificar cómo el poder, en este caso militar, puede llegar a hacer todo lo posible para acallar a aquellas expresiones culturales que no puede controlar y considera peligrosas. Ya se sabe, dar herramientas para que cada uno piense por sí mismo puede ser hasta delictivo a la vista de algunos, y no sólo en épocas de dictadura militar, como es el caso de esta propuesta dirigida por Hugo Urquijo.

En este caso, el espectador se traslada a Buenos Aires a principios de los años 80 del siglo pasado, a la apertura del considerado como primer movimiento cultural de resistencia contra la represión de la dictadura argentina, un proyecto denominado Teatro Abierto y que tenía sede en el Teatro Picadero. Luppi encarna al militar, un ex general ahora encarcelado, que relata en una entrevista las razones y los modos de la represión contra esta iniciativa.