- Generar contenidos artísticos y hacerlo con la mirada puesta en un espacio concreto. Dentro del abanico de actividades que lleva a cabo el colectivo Art ¡eh! en favor de los creadores locales, la iniciativa coordinada por Carlos Lalastra inicia en este 2015 un nuevo proyecto en colaboración con Wilco, tienda ubicada en la calle General Álava que desde su apertura se ha prodigado en conciertos y otras actividades de carácter cultural.

A lo largo de los doce próximos meses, este céntrico espacio será objeto de tres intervenciones, siendo la primera de ellas la que estos días están llevando a cabo Mikel Escalera y Daniel Rubines, con la ayuda de Marco Prieto, quien además se está encargando de llevar a cabo un making of del proceso que se difundirá a través de las redes sociales. Los tres, de la mano de un acuerdo de Art ¡eh! con la Escuela de Artes y superior de Diseño de Gasteiz, han aceptado el reto de generar un mural en el amplio escaparate del comercio, que permanecerá visible hasta finales de febrero. Tras ellos, a lo largo de los próximos meses, también participarán en la idea del colectivo la ilustradora y diseñadora gráfica Karen Warner y el pintor Alfredo Fermín Cemillán Mintxo. “El esquema siempre va a ser el mismo, intervenir sobre la fachada”.

“Es un reto”, apuntan los creadores encargados de abrir el camino. “Era difícil hacer un planteamiento muy creativo que no estuviera directamente relacionado con la tienda”, así que Escalera y Rubines (co-fundadores del fanzine Brainstorm!) se decidieron por jugar con las letras que componen la marca del comercio y los nombres de animales (por ejemplo, la w se refiere aquí wolf, lobo en inglés, que es el ser representado, eso sí, a su manera).

Desde el pasado miércoles, los tres han estado trabajando en sesiones cortas producidas tanto a primeras horas de la mañana como a últimas de la noche, es decir, coincidiendo lo menos posibles con la propia actividad de la tienda. Todo para llegar al día de ayer, cuando la intención era cerrar todos los detalles de la intervención artística. “Es un trabajo bastante laborioso”, apuntan, aunque también “gratificante” y “estimulante”, admiten.

De esta forma, Art ¡eh! quiere unir dos de sus objetivos. Por un lado, tomar espacios que, en teoría, no están pensados para el arte. Por otro, hacerlo pero sin caer en la rutina de exponer algo ya producido y ajeno al lugar, sino vinculado a los artistas y los locales al tiempo que se generan nuevas obras.