Hay ocasiones en las que el calendario parece ponerse caprichoso. Le sucede en este último tramo del año a Xabier Olaso. Al escritor y profesor se le acumulan las novedades literarias en las manos, mientras de aquí y de allá no paran de llamarle para conferencias, talleres... Pero no se cansa. “Esto es un goce, no una fatiga, no quiero descansar en 2015 porque, además, la literatura la entiendo como un aprendizaje diario”, apunta el autor nacido en Otxandio, aunque residente en Gasteiz desde la infancia.
Asoma en primer lugar, publicado por Pamiela, un Txuntxurrun berdeko animalien kontakizunak que en realidad tenía que haber visto la luz hace un año. Sin embargo, que Olaso volviese a ganar el Premio Euskadi de Literatura Infantil y Juvenil en euskera por Tximeletrak aconsejó dejar reposar las cosas. Hasta este otoño.
La obra, que cuenta con las ilustraciones de Agurtzane Villate, es “un cuento con cuentos”, la historia de un topo que cuando todavía tenía algo de vista encontró un tesoro que repartió entre sus compañeros del bosque y que ahora que ha perdido toda su capacidad de ver se ha encerrado en su madriguera. Claro que un día, aquellos que recibieron sus presentes deciden animarle contándole relatos “muy sencillos que tienen la particularidad de que van creciendo en tamaño según los va contando animales cada vez más grandes”. Todo ello con la intención de entrar en la imaginación de los más pequeños (en principio, está recomendado para niños y niñas de 8 a 12 años, aunque puede ser leído por un adulto a personas con menos edad).
A través de Pamiela, Olaso también se ve involucrado en un proyecto impulsado por la editorial Kalandraka (Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural) junto a Antonio Rubio y Óscar Villán. Ambos han querido responder a la pregunta: ¿qué tipo de libros leería un niño a partir de 6 meses?, una respuesta que han concentrado en una serie de publicaciones (De la cuna a la luna) que ha tenido bastante éxito, una acogida que ha animado a buscar una traslación al euskera. “No se trata de una traducción, no puede serlo y es que tiene un secreto: son libros para ser cantados”. De momento, para el público euskaldun, han salido ahora cuatro títulos diferentes.
Pero no queda ahí la cuestión. Otros dos títulos aparecen en el zurrón de las novedades, ambos encargos de la editorial Ibaizabal. En el caso de Iker ikerlaria, Olaso, junto a la ilustradora Estibalitz Jalón, responde a la petición de realizar un libro para lectores de seis (que es cuando se empieza a trabajar la lectoescritura) a ocho años. “Es un libro muy pensado, con frases cortas, muy cercanas a ellos y ellas, donde todo es muy sencillo” para relatar la historia de un personaje que con cualquier objeto cotidiano es capaz de crear cualquier juego.
Y no falta Aneren kontakatilua, realizado junto a la ilustradora Aitziber Alonso. En este caso, la editorial buscaba material complementario a los libros de texto de para tercero de Primaria, aunque la propuesta se ha terminado convirtiendo en una obra de ficción en sí misma. La protagonista es una niña que disfruta del estudio y de la escuela, aunque no puede acudir todo lo que quisiera puesto que padece leucemia infantil y eso le obliga a pasar tiempo en el hospital. Cómo maneja esa situación a través de los libros que lee y del apoyo de su entorno escolar son la base del relato.