GASTEIZ - “La mujer no estará del todo liberada hasta que no sea ella la única que decida sobre su sexualidad. Es hora de romper con la idea - todavía presente por la educación recibida- de que el varón es el responsable último de nuestro placer”, explica Silvia C. Carpallo. Desde una visión sexológica, y hablando sobre temas como la pareja, el matrimonio, la soltería, la primera vez, los fetiches, o incluso el lado más oscuro del sexo, estos cinco relatos de mujeres narran no solo los orgasmos de su vida, sino también cuentan sus preliminares, incluyendo las miserias, los anhelos, los deseos y las más ocultas pasiones.

¿‘El orgasmo de mi vida’ es un libro de sexo por y para todo tipo de mujeres?

-Sí. Por una cuestión muy simple, porque soy mujer y me es más fácil hablar de mujeres y no porque no crea que los varones no necesiten también un libro para ellos. Curiosamente muchos de los comentarios favorables que me llegan son de hombres que lo han leído y les está gustando; no por el hecho de que se exciten -ya que hay sexo explícito en el libro-, sino porque se están sintiendo identificados en las tramas femeninas y eso me dice que no somos tan diferentes.

¿Los hombres continúan decidiendo sobre la sexualidad de las mujeres?

-Sí. Sin lugar a dudas. Es una de las asignaturas pendientes que tenemos las mujeres. Debemos de trabajar por derrumbar los roles y los estereotipos de género y sexo que la sociedad patriarcal en la que vivimos nos ha asignado.

Las protagonistas de su novela van desde los 16 a los 65 años, son casadas, solteras, divorciadas, sumisas, agresivas....

-Sí. He querido que fueran mujeres reales. Nosotras somos demasiado diversas como para centrarnos en un solo perfil. Cada una aborda de forma distinta su sexualidad y cuenta con su propia historia. El que las protagonistas tengan edades tan diversas no es baladí. Con ello he pretendido dejar claro que el sexo no tiene edad. Desde que lo descubrimos en la adolescencia seguimos avanzando y siempre iremos descubriendo algo nuevo. Pensamos que ya lo sabemos todo, y a veces surgen las sorpresas.

El público femenino se está acercando a la literatura erótica.

-Sí. Además lo está haciendo de forma natural y sin tapujos, y por eso, ha llegado el momento de ofrecer libros que amplíen nuestra visión sobre lo que es el sexo, de lo que es la mujer y, sobre todo, de lo que sucede cuando esas dos palabras se mezclan. Los hombres también pueden aprender mucho con este libro.

‘El orgasmo de mi vida’ ¿es un alegato a otras formas de placer?

-En los relatos he intentado dejar claro que al orgasmo se llega de maneras bien distintas. De hecho, cada una de las protagonistas lo alcanza de forma distinta, bien a través del sexo oral, siendo una voyeur, otra llega a él a través de dar latigazos o incluso con una mujer, con una persona con la que no te lo esperabas. Lo que está claro es que el orgasmo no se consigue solo con la penetración.

Periodista, escritora, ¿Por qué decidió especializarse en sexología?

-El tema de las relaciones personales siempre me había llamado la atención. Al contrario de lo que muchos piensan, el sexo no es sinónimo de “coito”. El sexo se define por hombre o mujer y como nos relacionamos los unos con los otros. Entender por qué sentimos, lo que sentimos o lo que es la pareja, la atracción y el deseo me parecen conceptos fascinantes que ayudan a entender muchas más cosas de las que pensamos. Había muchas preguntas que quería contestarme a nivel personal. Y a nivel profesional al acabar la carrera vi que estaba todo muy abarrotado y que había que especializarse en algo muy concreto; ofrecer algo diferente al mercado. A pesar de que hay mucha información, no hay en periodismo muchas personas especializadas en el tema; tal y como está la profesión me pareció una salida. Por eso decidí formarme en este área con un máster, cursos, etc.

¿Hablar de sexo sigue siendo tabú?

-Sí. Y eso que ahora el sexo está en todas partes y en casi todo lo que hacemos, pero seguimos sin tratarlo bien. Continúa siendo un tema que está ahí, pero que no se sabe muy bien como tocarlo. En conversaciones con amigos siempre saldrá a relucir el sexo, alguna broma, pero no nos vamos a contar los problemas que tenemos, no nos vamos a hacer esas confidencias que a veces serían tan necesarias.

¿Las personas que tienen buen sexo están más realizadas y son más felices? ¿El sexo es salud?

-Sí, porque el sexo es felicidad y las personas felices tienen mejor salud. Lo que pasa que todavía pesa la influencia que la religión ha tenido/tiene en nuestras vidas. La palabra sexo continúa teniendo una carga negativa, de peligro, miedo. Hay que poner en valor el sexo, porque lo que nos aporta es positividad.

¿Las mujeres dueñas de su sexualidad asustan a los varones? ¿Se ponen a la defensiva?

-Creo que nos temen. El varón está aún descolocado con la revolución sexual femenina; no acepta del todo que la mujer sea la que lleve las riendas. No comprenden que haya mujeres que ofrezcan sexo sin compromiso; no están acostumbrados a esos roles y cuando les ocurre no saben cómo actuar. De hecho cuando yo digo que soy sexóloga noto que empiezan a comportarse de otro modo.

¿Temen a estas mujeres?

-Es como si creyeran que sabemos más cosas que ellos y que creen que no darían la talla. Tendrían que pensar al revés: ¡qué bien tal vez con ella aprenda mucho!

¿Hay relación entre poder y sexo?

-Sí. El sexo da poder y el poder sexo, sobre todo por tradición en la mujer que, en ocasiones, lo ha usado/lo sigue haciendo uso de él como arma.

¿Si nos educaran en el respeto al otro sexo, disminuiría la violencia entre hombre-mujer?

-Estoy convencida de que sí. Por eso digo que es una de las grandes asignaturas pendientes que tiene el país.