La calle Costa Rica cuenta desde mañana con un nuevo vecino, espazioa. Un lugar para la exposición pero, sobre todo, un punto de encuentro para los artistas vascos, con ese espíritu se pone en marcha este proyecto autogestionado e independiente impulsado por el creador José Cos. Y como no hay mejorar modo de hacer camino que dando pasos, los primeros van a producirse ya.

De hecho, desde mañana y a lo largo de la próxima semana, el local acogerá una exposición colectiva de Dora Salazar, Itzal, Lourdes Vicente, Txaro Arrazola y la historiadora del arte María José Aranzasti, que se inaugurará a las 20.00 horas. Además, este sábado a partir de las 18.00 horas, se producirá una charla participativa bajo el título ex-poner-se en la que se analizará la baja presencia de la mujer en los diferentes ámbitos del arte y la cultura.

En este sentido, el hecho de que espazioa haya elegido a seis mujeres para iniciar su andadura y esta temática para su primer encuentro entre artistas y sociedad no es ninguna casualidad. Desde hace ya un tiempo hay grupos de artistas interesados en señalar una realidad que aunque visible parece sumida en la sombra: a pesar de que en las facultades de Bellas Artes el porcentaje de alumnas ronda o supera el 70%, su presencia posterior en museos y galerías baja hasta el 15% (así lo señala, por ejemplo, un estudio realizado sobre el caso de Artium) o incluso el 0% (como sucede en el Bellas Artes de Bilbao).

Para profundizar más en esta situación y buscar la manera de darle la vuelta, máxime teniendo en cuenta que en el País Vasco la Ley de Igualdad está aprobada desde 2005, se producirá una cita en la que el marco vendrá dado por la selección de sus obras que han hecho las protagonistas de la muestra.

Más allá de este arranque, Cos explicó que la intención de espazioa es ser una iniciativa ágil, rápida, que no esté sujeta a los rigores institucionales ni a las dependencias de terceros para poder plantear lo que en cada momento se considere necesario. Pretende ser una puerta que esté siempre abierta más allá de una determinada programación con el objetivo de generar complicidades. “Busca ser útil, ante todo”, apuntó el artista, consciente de que los efectos de la crisis y la acción de lo público ha hecho que en los últimos años los lugares donde mostrar o donde poder encontrarse han quedado reducidos a la mínima expresión.

De cara a los próximos meses, en los planes a corto y medio plazo se encuentran pasos como el hecho de realizar un concurso fotográfico sobre el espacio público (diciembre), acoger proyecciones cinematográficas relacionadas con la migración, programar citas con los partidos políticos de cara a las próximas elecciones para que expliquen sus propuestas culturales y escuchen aportaciones... “Éste es un espacio de barrio para todos”, resumió.