Cerca de 5.000 expresiones del arte callejero, gran parte de ellas de origen latinoamericano, han desembarcado en la vecindad global de internet de la mano de Street Art Project, una muestra de arte urbano en línea creada por Google. La iniciativa, presentada ayer en París y Buenos Aires, busca preservar en la web al arte urbano, cuyas expresiones muchas veces se pierden para siempre una vez que se blanquean los muros donde fueron plasmadas.
Vídeo y fotografía rescatan estas joyas efímeras para la posteridad, testimonios que ahora son accesibles para todo el mundo desde el sitio http://g.co/streetart. El proyecto, según recoge Efe, está liderado por el Instituto Cultural Google, dedicado a crear herramientas para permitir un mayor acceso al patrimonio cultural a través de internet. Entre esas herramientas está la plataforma Art Project, que desde 2011 ha puesto a disposición de la gente más de 40.000 fotos de obras artísticas de unos 400 museos e instituciones culturales de todo el mundo.
treinta socios En este caso, el instituto ha unido a 30 socios de quince países, que sumaron al proyecto cerca de 5.000 obras, con un peso notable de Latinoamérica: 1.175 obras aportadas por ocho socios de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México. Fueron precisamente Brasil y sus expresiones de arte urbano las que inspiraron el año pasado esta iniciativa cuando un socio de este país montó una muestra de street art en la plataforma de Art Project de Google, despertando un interés tal que se decidió hacer una colección especial, global.
El Arte Urbano de América Latina se caracteriza por contar con una gran libertad de creación en las calles y por producir obras de una amplia variedad de temas que van desde retratos de la vida diaria en las ciudades hasta expresiones políticas. Temas como la integración y la libertad son algunos de los mas comunes que inspiran a los grafiteros latinoamericanos. Con solo un clic, el internauta puede acceder a este tipo de murales a gran escala, pequeñas intervenciones sobre las paredes, grafitis y hasta trompe l'oeil (trampantojos) que se valen de detalles del paisaje existente, como un hoyo o un portal, para engañar el ojo del espectador.