las fotos de Veronica Lario, exmujer de Silvio Berlusconi, publicadas en una revista acompañadas de referencias a sus kilos de más y una presunta dejadez, reabrieron ayer en Italia el debate sobre el "derecho a envejecer". El reportaje publicado en Chi, que pertenece a la familia Berlusconi, muestra imágenes de Lario, que acaba de divorciarse del exmandatario, con "algunos kilos de más", vestida informal con pantalones y botas de montar a caballo, sin maquillar y con una coleta. Pero lo que más ha molestado a Lario han sido los añadidos en el reportaje de los cirujanos plásticos sobre cómo podría mejorar su imagen con algunos retoques.
Lario, que durante los 19 años de matrimonio con Berlusconi hizo gala de discreción, rompió su silencio tras el divorcio para defender lo que definió como su derecho a envejecer en paz y sin ser juzgada. "Es un ataque inaceptable a las mujeres que como yo quieren envejecer sin someterse a los estereotipos de joven a toda costa", explicó en Il Messagero. La exactriz de teatro, cuyo verdadero nombre es Miriam Raffaella Bartolini, argumentó su derecho a, con casi 60 años, poder olvidarse "de los centímetros de la cintura y de las arrugas del cuello", pero sobre todo a no tener que escuchar o leer las sugerencias de los cirujanos plásticos. "¿Qué ejemplo damos a las niñas que a los 16 años ya piden como regalo de cumpleaños una liposucción?", denunció Lario.
Su indignación ha dado lugar a que la prensa publique reflexiones sobre el derecho a envejecer, sobre todo de las mujeres. Un derecho que reivindicaba con fuerza una de las actrices italianas más carismáticas, Anna Magnani, que decía a sus maquilladores: "Dejad que se vean las arrugas. Me ha costado una vida que aparecieran". Las mujeres con Veronica o Las mujeres berlusconianas. Veronica no se toca, son los títulos de artículos apoyándola.
La candidata del Partido Demócrata (PD) a las elecciones europeas Alessandra Moretti considera el reportaje un "último ejemplo de la cultura machista que tiene a las mujeres prisioneras de un estereotipo de belleza y que no da derecho a envejecer como se quiere o a vivir su feminidad sin caer en homologaciones banales". También representantes del partido de Berlusconi, Forza Italia, han atacado la "dictadura de la eterna juventud" para las mujeres, como la define Renata Polverini. La responsable de la comunicación de Forza Italia, Deborah Bergamini defendió "la reacción de una mujer sometida cada día a rayos X".
El director de Chi no sólo defiende la publicación de las fotos sino que asegura que es normal que su revista se ocupe "de la celulitis de Veronica".