Cannes (Francia) - El británico Mike Leigh dejó ayer un buen sabor de boca en Cannes con Mr Turner, en la que realiza un brillante aunque muy largo retrato del paisajista inglés William Turner, en el que destaca la maravillosa fotografía de Dick Pope y la ajustadísima interpretación de Timothy Spall.

Inspirada en los colores y la paleta que usaba J.M.W. Turner (1775-1851), Leigh realiza una más que solvente recreación histórica del mundo artístico en el que se movía un pintor "radical y revolucionario", cuya vida daba margen para realizar una "película fascinante" en palabras del realizador. Un film que narra 25 años de la vida del pintor, desde su máximo esplendor hasta la decadencia de la incomprensión por tratar de ir más allá de su tiempo en su obsesión de querer capturar y expresar el mundo tal y como lo veía, explicó Leigh en la rueda de prensa de Cannes en la que presentó este trabajo que compite en la sección oficial del festival.

Y para interpretar a Turner, el realizador eligió a Spall, un actor habitual en su cine pero al que ha dado con este papel la oportunidad de demostrar que es mucho más que un sólido secundario. Hace tres años y medio Leigh le habló a Spall de este proyecto y el actor dedicó más de dos años a aprender a pintar con lecciones dos o tres veces por semana de la mano de un pintor.

También investigó y leyó mucho sobre la vida de un hombre misterioso y genial, que como todos los genios, "tenía conflictos interiores", pero que era un "alma poética" que vivía en la contradicción entre la gente que le rodeaba y su increíble capacidad artística, precisó el actor.

"Turner era un pintor de lo sublime, pero no como usamos ese término ahora. Reflejaba la belleza y el horror de la naturaleza", explicó Spall, que agregó que fue uno de los primeros artistas que "pintaban lo que sentían de lo que veían".

Para poner en imágenes ese mundo era importante que su estilo quedara patente y para ello el director de fotografía, Dick Pope, se basó en la paleta y los colores que usaba Turner y a partir de ellos recreó la imagen y la luz en la película.

Junto a esa fotografía, los escenarios elegidos por Leigh para la película y algunas de sus escenas, rodadas con un gran preciosismo, refuerzan el estilo de Turner y demuestran su influencia en el arte posterior.

Pero no solo está cuidada la estética en una película con unos diálogos que permiten descubrir más de la personalidad del pintor, aunque por momentos su lentitud y exceso de metraje puede resultar tedioso. - Efe