Baile y comida son los dos alimentos básicos que sustentan el festival Gastroswing, una iniciativa que del 29 de este mes al 1 de junio vivirá su cuarta edición. Ya se están configurando los últimos detalles a una propuesta que tendrá a Gasteiz como sede principal pero no única, puesto que los participantes también acudirán a localidades como Aramaio y Murgia. Talleres, degustaciones, fiestas, conciertos, sesiones en la calle... distintas actividades conformarán un programa que si bien mantiene la línea de años pasados también incluye alguna que otra novedad.
En este sentido destaca, sobre todo de cara al gran público, lo que sucederá en la jornada de clausura en el exterior de Artium. Allí, la asociación Swingverguenza, responsable del certamen, propondrá, junto a restaurantes como Zaldiaran, Ikea, Arkupe o Clarete y bodegas como Artadi, Izadi, Remelluri, Ostatu o Telmo Rodríguez, un gran banquete al aire libre construido por pequeñas delicias gastronómicas a precios populares, todo ello amenizado con sonido y movimiento.
Pero eso sucederá el domingo 1 de junio y antes de llegar a ese instante son muchas las propuestas que Gastroswing tiene preparadas tanto para el público en general como para las personas inscritas este año, más de 300 llegadas de países como Nueva Zelanda, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Rusia, Reino Unido... y, por supuesto, del Estado. "Estamos creciendo poco a poco, de manera controlada porque, además, tampoco podemos disponer de más medios, aunque para el año que viene queremos dar otro salto", explica Donca, coordinador del evento.
"Lo más importante para nosotros, para saber que todo ha vuelto a funcionar como queremos, es ver las caras de los asistentes cuando se marchen y encontrarse con su sonrisa y felicidad. Tenemos ya la experiencia de tres años y detrás hay mucha gente que lleva tiempo trabajando para que todo salga como debe, así que esperamos sentir la misma emoción entre quienes participan", apunta el responsable de una propuesta que tomará el interior y el exterior de Artium, el Palacio Europa (donde se llevará a cabo la parte formativa del certamen), la plaza del Machete, la calle Sancho el Sabio...
Bailarines, grupos de música, Dj, profesores... el territorio alavés será por tanto escenario para una aventura que sirve también como reflejo del apogeo que está tomando el swing a lo largo de los últimos años en la provincia, como consecuencia de lo que ya viene sucediendo en otras partes del Estado, sobre todo mirando a Barcelona. De ese impulso por seguir creciendo nació Swingverguenza, una asociación que a lo largo de estos cuatro años de Gastroswing ha vertebrado dos intereses del ámbito genérico de la cultura, aunque en teoría poco tengan que ver el baile y la comida.
Y en esa labor, el certamen no sólo implica a quienes están interesados de manera directa y, por tanto, se apuntan a talleres y actividades que necesitan inscripciones, sino que suma a todos aquellos ciudadanos que, de una manera premeditada o no, acuden o se encuentran con conciertos y sesiones de baile al aire libre en la vía pública. De esa vocación hacia afuera también habla la gran novedad de este año en el programa, esa degustación de los mejores restaurantes del territorio con las bodegas más significativas que se está organizando para el mediodía del domingo 1 de junio, una experiencia que la organización, si todo va como debe, quiere repetir en el futuro.