BILBAO - "Ayer tuvimos una cena de celebración, porque estamos todos que no nos lo creemos", confesaba Clara Lago, una de las protagonistas de Ocho apellidos vascos, tras conocer las últimas cifras de recaudación de la película que ha conseguido hacer historia en la taquilla española al superar los 44,5 millones de ingresos el pasado fin de semana. De esa forma, la comedia de Emilio Martínez-Lázaro se ha convertido en la cinta española más taquillera desde que comenzaron a registrarse dichos datos en 1996, logrando rebasar el récord impuesto por Lo imposible (42,4 millones), de Juan Antonio Bayona, filme que hasta ahora ostentaba esa marca.
Según los datos facilitados por la distribuidora Universal, el filme que desmonta los tópicos sobre los vascos y los andaluces se ha colocado en segunda posición en el ranking internacional de películas con mayor recaudación en el Estado. Durante su séptimo fin de semana en cartelera, Ocho apellidos vascos ha dejado atrás a Titanic, de James Cameron, y, a día de hoy, solo le supera Avatar, del mismo director estadounidense, que obtuvo 77 millones de ingresos en las salas estatales debido al elevado precio de sus entradas en 3D.
En cuanto a la asistencia, después de que la semana anterior superase el récord de espectadores entre los estrenos españoles, la comedia de Martínez-Lázaro ha llegado a los 7,5 millones. De momento, Titanic, con 11,2 millones de espectadores, y Avatar, con 9 millones, encabezan el ranking de asistencia, si se tienen en cuenta los estrenos internacionales en la taquilla española.
Soplo de positivismo Según la auditora Rentrak, desde su estreno el pasado 14 de marzo, Ocho apellidos vascos ha permanecido en el top 15 mundial. La película, cuyo presupuesto ronda los 3 millones de euros, aun no ha debutado en las salas internacionales, en las que filmes españoles como Los otros (con una recaudación de 209 millones de euros) o Lo imposible (con 180 millones de euros) dejaron el listón muy alto. En contraposición, la temática de la película de Martínez-Lázaro, plagada de gags sobre tópicos regionales, pone en duda su rentabilidad en el extranjero, donde no todos los espectadores serían capaces de entender las ocurrencias localistas de su guión.
Sin embargo, lo que sí se le puede conceder al filme es el mérito de haber transformado las cifras del mercado cinematográfico estatal. Según la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (Fapae), hasta el 20 de abril el cine español había logrado la cuota de taquilla más alta de su historia con un 27%, recaudando un 94,2% más que el año pasado en el mismo periodo gracias a la notoriedad de Ocho apellidos vascos, todo un "fenómeno social" que ha puesto de manifiesto "el buen momento del cine español".
A raíz de la ingente masa de público que se ha desplazado hasta las salas de cine durante las últimas semanas, un soplo de positivismo se ha extendido entre los realizadores de cine español, tanto que el propio Bayona, quien hasta ahora detentaba el cargo de ser el director de la película más taquillera, felicitaba al equipo de Ocho apellidos vascos vía Twitter con el siguiente mensaje: "Vuestro éxito nos pone las pilas, nos motiva a superarnos y sobre todo nos demuestra que sí podemos hacerlo".
Hacienda. El Estado se lleva un total del 21% de la recaudación, en concepto de IVA.
SGAE. Además de dichos impuestos, la Sociedad de Autores obtiene el 3% de la entrada.
Exhibidores. El propietario del cine se queda con un 35% de la entrada, siempre dependiendo de las negociaciones.
Distribuidores y productores. El resto, cerca de 41%, se reparte, según el acuerdo, entre la distribuidora y las productoras, que obtienen la parte proporcional a lo aportada.