gasteiz - A principios del pasado mes de febrero, Artium realizó el primero de los viajes que con su colección tiene previsto realizar en este 2014, más allá de los préstamos de obras que realiza de manera habitual. En aquella ocasión, que todavía está abierta al público, la muestra preparada (Tiempos abiertos) desembarcó en el Centro de Arte Contemporáneo DA2 de Salamanca para exponer la "realidad social" de los fondos alaveses, una mirada del arte sobre la última década y media en la que se ha pasado del crecimiento económico a la crisis. Pero desde ayer, el espacio de la calle Francia cuenta con una nueva sede en Extremadura.

En concreto, es el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de Badajoz (MEIAC) quien abre sus puertas a la colección que guarda Artium a través de la muestra Sin quietud, una revisión de la video-creación vasca a partir de doce obras de otros tantos artistas, según explicó ayer el museo gasteiztarra.

Desde la pieza más antigua, una animación de Félix González Placer, hasta la más reciente, de Txuspo Poyo, la exposición muestra el interés de estos artistas por este soporte, ya sea como medio paralelo a otra actividad artística, bien como instrumento creativo emancipado. Tal y como indicó el comisario de la exposición y conservador de los fondos alaveses, Enrique Martínez Goikoetxea, estos vídeos muestran "temas relativos a la memoria, al trauma y a la iconografía de un país, a través de un lenguaje de signos que remiten a cuestiones geopolíticas, de clase y de género".

Según Artium, han transcurrido cerca de 30 años desde que el gasteiztarra González Placer firmara Looking for the ground, una animación realizada dibujo a dibujo transferido a un soporte de vídeo VHS. Realizado con una grabadora casera de vídeo, "traslada la subjetividad, la precariedad e inmediatez del medio al discurso vital" de un artista joven que moriría cuatro años después víctima del SIDA.

"Desde ese año, numerosos creadores vascos han utilizado el vídeo como recurso creativo, en algunos casos como un medio subsidiario en una práctica artística más amplia, creadores que llegan al vídeo desde el interés por la escultura y la instalación. En otros casos se convierte en un elemento discursivo más que (..) se emancipa para presentarse con capacidad comunicativa autónoma, según el comisario.

Entre las obras seleccionadas por Martínez Goikoetxea y realizadas en el siglo XX, además de la ya mencionada de González Placer, se encuentran 15 actions as a performance (1996), del colectivo SEAC, integrado por los alaveses Pepo Salazar, Arturo Fito Rodríguez, Natxo Rodríguez y Juan Martínez de Ilárduya; Thatcher's Period, Dickinson's Joint (1997), del citado Salazar, una aproximación irónica a la capacidad de manipulación de los medios de masas sobre el colectivo social; Creative people must? (1999), de Txomin Badiola, una crítica acerca de la noción de identidad; y El otro planeta (2000), de Itxaro Delgado, en el que se solapan cuestiones como la vigilancia y el control policial y las diferencias en los roles sociales entre hombres y mujeres.

Al siglo XXI pertenecen vídeos como el de Manu Arregui, On My Own (2003), Noraezean (2003-2013), de Joxerra Melguizo, que es la única pieza que no pertenece a la colección y que ha sido prestada por el autor; Aportación de trabajo gratuito? (2005), de Karmelo Bermejo; y, entre otros, Sí, en venta (2006-2007), de Estibaliz Sádaba.